El vial Vigo-Ramallosa, olvidado tras cuatro años de burocracia
La reforma de la PO-325 está paralizada tras anularse el polémico carril-bici del Bipartito
Ni carril-bici ni arcenes, ni el proyecto del Bipartito PSOE-BNG ni el del PP. El vial Vigo-Ramallosa parece maldito y después de cuatro años de trámites burocráticos sigue empantanado.
El errático y sinuoso trazado de la carretera PO-325, que discurre sobre la vieja vía del tranvía que recorría la costa hasta Baiona, se ha cobrado decenas de vidas en las últimas tres décadas, pero las reformas se limitan a la reposición de asfaltado de lustro en lustro.
Concejales socialistas de Vigo, Nigrán, Baiona y Gondomar se plantaron ayer sobre uno de los tramos ampliados en la zona de Coruxo y denunciaron públicamente que las obras están paralizadas.
La ex conselleira María José Caride se había propuesto en el anterior mandato ampliar la vieja carretera de la vía con espacio para poder recorrerla en bicicleta o a pie, pero se topó con la presión vecinal, que no estaba dispuesta a las expropiaciones. El cambio de gobierno en marzo de 2009 acabó por tumbar el proyecto y el actual titular de Infraestructuras, Agustín Hernández, presentó otro plan descafeinado en el que desaparecían la bicis y el carril se quedaba en arcén.
Los vecinos afectados se redujeron a la mínima parte y la polémica quedó silenciada, aunque dos años después de la presentación del nuevo proyecto los avances son mínimos. En marzo de 2010 comenzaron a trabajar las máquinas en los tramos en los que no era necesario expropiar y, con una lentitud pasmosa, se iniciaron las obras.
Los planes de la Xunta, según consta en los carteles instalados, fijaban la fecha de finalización para junio de 2011, pero cuatro meses después la actividad es nula y los avances han sido escasos.
Fenosa y Telefónica
A mediados del año pasado y una vez adelantadas las ampliaciones en zonas de terreno público, se iniciaron los primeros contactos con los propietarios de los solares afectados para las expropiaciones, pero casi año y medio después no se sabe nada más.
Consultada la Xunta al respecto, culpan de los retrasos a Fenosa y Telefónica. 'Las obras están en ejecución, aunque a ritmo ralentizado por los condicionantes que imponen Fenosa y Telefónica, empresas que en su día utilizaron el domino público sin pagar las tasas', señalaron ayer desde la Consellería de Medio Ambiente, Territorio e Infraestructuras.
'¡Qué se pongan ya manos a la obra! El proyecto aprobado con Emilio Pérez Touriño daba un plazo de ejecución de 18 meses, por lo que en septiembre de 2010 ya debería estar finalizada esta obra que consideramos estratégica', explicó la concejala Carmela Silva en presencia de sus homólogos del Val Miñor. La edil socialista insistió en que la Xunta debe explicar 'por qué no se ha ejecutado la obra aprobada por el Bipartito y en qué se han gastado el dinero'.
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