La venta y alquiler de barcos de recreo se estabiliza en Vigo tras años al alza

El sector náutico detecta un freno en la demanda de embarcaciones pequeñas tras el ‘boom’ de la pandemia

Iván Gándara, de Julio Verne Náutica, posa en una embarcación para su alquiler, a vela y de gran envergadura
Iván Gándara, de Julio Verne Náutica, posa en una embarcación para su alquiler, a vela y de gran envergadura | Vicente Alonso

La venta y alquiler de barcos náuticos de recreo se estabiliza en Vigo tras unos años donde se encontraba al alza. Una situación que desde el sector consideraban “inusual”, vivida desde la pandemia y que empezó a dar los primeros síntomas de contracción en el final de la temporada pasada. Eso obligó, sobre todo en el alquiler, a contener los precios que previamente habían subido. Sin embargo, las embarcaciones de mayor eslora siguen teniendo bastante demanda en el comprador con alto poder adquisitivo, mientras se resiente las ventas en los barcos más asequibles, pero también de menor potencia y envergadura.

La temporada de alquiler de embarcaciones comenzó el pasado mes de marzo, pero tiene en julio-agosto su pico más alto. Así lo asegura Iván Gándara, de la empresa Julio Verne Náutica en Baiona. Lo que pudo ser un mes de junio muy fructífero debido a las condiciones climatológicas favorables se convirtió en “muy flojo”, lo que contrasta con años anteriores. Espera, no obstante, que las cifras de alquiler crezcan en las próximas semanas, aunque da a entender que la ‘burbuja’ en la que vivían los últimos años llegó a su fin y ahora “el turismo náutico se estabilizó en el alquiler”. Es decir, no hay crecimiento, pero tampoco un desplome de gran calado como para ver peligrar su negocio.

“No hemos empezado bien, pero en agosto debería ir mejor”, aseguró. Esa poca demanda condicionó sus precios en el alquiler de barcos de vela y a motor, las dos principales embarcaciones que maneja. “Subí solo el IPC para este año, no subimos mucho”, señaló, en un intento por atraer más clientela. Los precios oscilan entre los 400-500 euros al día (según temporada media o alta) para un catamarán con capacidad para 12 personas y pueden llegar hasta los 9.600 euros a la semana, lo que cuesta arrendar el Lagoon 42, el catamarán más imponente que tienen en su catálogo. A ese gasto, hay que sumar el pago por el patrón: unos 220 euros diarios.

Los catamaranes a motor están menos demandados que años anteriores
Los catamaranes a motor están menos demandados que años anteriores | Vicente Alonso

La compra de barcos también nota esa ‘normalidad’ desde finales del año pasado. Su curso náutico es diferente (de septiembre a septiembre) y ya la estabilización comenzó a notarse en el último trecho de 2024. Así lo consideró Humberto Cervera, de CC Service. “No existe tanto cliente nuevo, pero es que los últimos cinco años fueron de un crecimiento brutal y era muy difícil seguir en esta línea”, indicó. Sin embargo, sí se observa un mantenimiento (que no crecimiento) en las embarcaciones grandes, donde “los compradores no notan la crisis” y una bajada en los barcos más pequeños, de hasta 6 metros de eslora. En las reparaciones, Cervera señaló que cuentan con una cartera fija de clientes, pero que las actuaciones “se han contraído un 10%”.

En cuanto a las causas de esta estabilización en el alquiler y venta, Cervera sospecha que se trata de términos puramente económicos, con menos dinero destinado al ocio en la mar por los compradores más ‘humildes’, así como la situación geopolítica existente. CC Service tiene a la venta embarcaciones que superan los 250.000 euros.

El mercado náutico registra una caída del 8% en matriculaciones

El sector comienza a sufrir una recesión tras años de bonanza. Eso se demuestra en las matriculaciones de las nuevas embarcaciones. A nivel nacional, según datos de ANEN (Asociación Nacional de Empresas Náuticas), la caída alcanzó un 8% en el primer semestre de 2025. Las destinadas específicamente al recreo descendieron un 11,6% (2.014 unidades en toda España, de las cuales 134 fueron en la provincia) y las motos de agua experimentaron el mayor descenso (17,6%).

Jordi Carrasco, director general de ANEN, reconoce que este primer semestre “confirma que el mercado náutico está en una fase de ajuste tras los años de crecimiento” y apunta a modernización y al colaboración de las administraciones para mejorar la oferta y la competitividad del sector, con especial atención al mercado de alquiler de una embarcación.

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