“Vendí mi casa, lo dejé todo para vivir con ellos y acabé en una chabola. Tengo dos hijas dentro”

Uno de los testimonios más escalofriantes es el de José Manuel Lima, un vigués que estuvo veinte años en el grupo y viviendo dentro de las "murallas de Jehová" en el chalé de Mougás. Él, su mujer y una hija lograron salir pero otras dos hijas y dos nietas siguen junto a Rosendo, viviendo ahora con él en Madrid. Una de ellas está casada con el hijo del líder. Según explicó ayer, "vendí mi casa y nos fuimos a vivir a Oia. Mi mujer y yo éramos los que mantenían a las personas que allí vivían, porque él no pagaba nada. Te anulaba por completo, no te dejaba hablar con los demás y nos alejamos del resto de la familia, hasta el punto de que ni siquiera pude ir al entierro de mi madre". Asegura que cuando se acabó el dinero, "nos dijo a mi mujer y a mí que nos teníamos que marchar. Nos hizo una chabola con techos de uralita en el mismo terreno y yo mismo tenía que poner una manta en el tejado para que no entrara el agua. Mientras mis hijas, calientes, dentro, no fueron a vernos ni una sola vez". Asegura que veía el trasiego de sobres con fajos de billetes y cómo llegó a ejercer la fuerza física. "Una vez vimos como gritaba una de las chicas en su despacho, después salió por los suelos suplicando perdón. Nadie hizo nada". José Manuel habla también de matrimonios amañados y de cómo obligaba a hombres y mujeres a dormir en determinados sitios. "Tengo dos nietas de 9 y 8 años a las que no veo y el contacto con mis hijas es mínimo".