Un vecino de Hernán Cortés oyó a los agresores que acordaron "darles de hostias"
La persona que grabó el vídeo que circuló por las redes confirmó las versiones de otros testigos sobre la agresión y añadió que “las víctimas los increparon primero, pero sin pegarles”
El relato de uno de los testigos clave en el juicio de la paliza en la calle Hernán Cortés en enero del año pasado confirmó ayer la declaración de anteriores personas y aportó nuevos datos sobre los hechos. Se trata del vecino que grabó en vídeo la agresión casi en su totalidad y presenció los momentos previos al ataque, en los que, según lo que declaró ante el tribunal (por videoconferencia, puesto que ya no vive en la ciudad) “las víctimas increparon primero a los agresores con insultos y amenazas de forma extremadamente insistente”. Como él fue el único en presenciar los momentos previos a la agresión, aportó nuevos detalles –hasta ahora desconocidos por el público– sobre la misma, como que escuchó a los agresores ponerse de acuerdo para “darle de hostias” a la víctima que los estaba increpando. Asimismo, dejó claro que “en ningún momento” vio a las víctimas golpear a los agresores ni siquiera al tratar de defenderse.
Tras reproducirse el vídeo en su totalidad, que va desde poco después de que cae al suelo la primera víctima hasta que llegan el 061 y la Policía al lugar de los hechos, este testigo apuntó que “oí una discusión y me asomé a la ventana a ver qué pasaba”. Poco después, observó cómo los dos agresores “arrollaban” a la primera víctima mientras perseguían a la otra –según él, cada uno le pasó por un lado tirándolo al suelo y golpeándose la cabeza muy fuerte–, a quien tumbaron unos metros más arriba confirmando la versión de varios testigos de que Gregorio G. dijo que le iba a “pedir perdón” para, acto seguido, propinarle la última y brutal patada.
Esta persona incidió en que uno de los agredidos, el que fue perseguido y tirado al suelo para propinarle varias patadas en la cara, se acercó en múltiples ocasiones de forma agresiva “pero sin dar ningún golpe” diciendo cosas como “no sabéis quién soy yo”.
Por otra parte, aseguró que vio cómo tanto Adrián S. como Gregorio G. golpeaban a la víctima e incluso precisó que el primero (que se enfrenta a 5 años de prisión en lugar de 6 por, presuntamente, tener un rol más pasivo en la pelea) “no hizo nada por ayudar a la víctima y evitó que un transeúnte que intentaba mediar se acercara a él”.
Las pruebas forenses, inconclusas por la mala calidad de las grabaciones
La acusación también presentó ayer pruebas de identificación y acústica forense realizadas por expertos policiales. Con respecto a las primeras, un informe policial concluye la "similitud" entre las imágenes de vídeo y una fotografía con respecto a un tatuaje en la mano de uno de los acusados; no obstante, no ha podido confirmar nada con respecto al estudio de los rostros, por la mala calidad de esas imágenes.
Con respecto al informe de acústica forense, el perito que prestó declaración se refirió a una frase que uno de los agresores dirige al otro. Según ha explicado, a su departamento se le encargó averiguar si esa frase podría ser "Vamos Javi" o "Vamos Adri". Al respecto, y con la cautela motivada por la mala calidad del sonido del vídeo, ratificó su conclusión: "lo más plausible" es que uno de los acusados se dirigiera al otro diciendo "Vamos Adri".
También comparecieron peritos convocados por acusaciones y defensas. En el primer caso, un odontólogo explicó las intervenciones a las que tuvo que ser sometida una de las víctimas, la que presentaba lesiones más graves. Según apuntó, el tratamiento "complejo" a este joven todavía no ha finalizado y pasó por intervenciones y actuaciones médicas "muy dolorosas", a las que se une el perjuicio estético.
Mientras, la defensa de Gregorio G. (para quien las acusaciones piden la pena mayor, al considerarlo autor de las lesiones más graves) presentó un informe pericial que concluye que el agresor que se puede ver en el vídeo dando la brutal patada en la cabeza a uno de los chicos, que está en el suelo, es diestro, mientras que este acusado es zurdo.
Los teléfonos sitúan a los acusados en la zona
La segunda jornada del juicio por la paliza en Hernán Cortés también contó con el testimonio de los agentes de Policía que elaboraron los dos atestados de la causa. Ambos indicaron que, tras arrestar a un vecino de Vigo que no estaba relacionado con el suceso, recibieron una llamada de un ciudadano de Ourense anónimo –el que declaró el jueves como testigo protegido– que conocía a los dos agresores. Aunque al principio llegaron a pensar que podía ser una llamada hecha con mala fe para despistar, cuando esta persona les aportó fotografías en las que aparecían vestidos con la misma ropa del vídeo comenzaron a tomársela más en serio. “Entonces solicitamos el posicionamiento de sus teléfonos y los movimientos de sus tarjetas”, explicaron ante el tribunal. Los resultados de la geolocalización de sus móviles revelaron que en el día y hora de la paliza estaban por esa zona, concretamente la calle María Berdiales, paralela a Hernán Cortés, entre otras que aparecieron en los datos aportados por las compañías telefónicas. Además, “se hicieron llamadas entre ellos mientras estaban en esa ubiación”, precisó uno de los agentes.
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