La UVigo consolida su proyecto de Motorsport tras un verano exitoso
Universidad
Los futuros ingenieros de la institución viguesa se van satisfechos tras competir con los mejores equipos de Europa
La escudería UVigo Motorsport dio por cerrado el pasado sábado el ciclo del UM25, el monoplaza que cerca de 80 alumnos construyeron durante el curso que terminó en junio, tras competir en Formula Student Alpe Adria, una prueba que se celebró entre el 11 y el 16 de agosto en la localidad croata de Micevec. Después del segundo puesto cosechado en la competición de Castelo Branco (Portugal), los futuros ingenieros de la UVigo lograron la 13ª posición –de 21 equipos– en la prueba croata.
Un resultado que, lejos de ser decepcionante, llena de satisfacción a los integrantes de la escudería. “No íbamos con aspiraciones de ganar, sino para aprender y recibir buen ‘feedback’ de las pruebas estáticas y dinámicas”, explica la ‘team leader’ de UVigo Motorsport, Jimena Novás, quien asegura que “había equipos en el top del ránking europeo”, por lo que salir del país báltico con una posición de mitad de tabla es un muy buen resultado.
De hecho, los alumnos llevaron al UM25 al top 10 en dos de las pruebas dinámicas. Una de ellas fue la de autocross, diseñada para evaluar la maniobrabilidad del monoplaza a través de un circuito corto con curvas cerradas y cambios de dirección: “Conseguimos quedar décimos y por encima de las otras universidades españolas”, destaca Novás.
Su mejor resultado, un 8º puesto, llegó en la prueba de skidpad, un circuito en forma de ocho que pone a prueba la aceleración lateral y estabilidad de los monoplazas. En cuanto al resto de pruebas dinámicas, Novás indica que “éramos conscientes de que no íbamos a competir tanto”, sobre todo por que el motor bicilíndrico que utilizan está por debajo en cuestión de rendimiento a los de los equipos punteros.
Además, en la competición de endurance –resistencia–, una de las más importantes as la hora de obtener puntuación, fueron descalificados por un desafortunado incidente. Una de las piezas del paquete aerodinámico del monoplaza se desprendió durante el ‘stint’ del primer piloto y, aunque les dieron indicaciones de que podían salir a pista con el coche parcialmente dañado al montarse el segundo piloto, sabían que tarde o temprano les sacarían bandera negra conforme estaban descalificados. “Por suerte, pudimos reparar la pieza a tiempo para no perdernos otras pruebas”, apunta la ‘team leader’.
Las pruebas estáticas –aquellas en las que presentan oralmente y ante un jurado los retos tanto económicos como de diseño a los que se enfrentaron a la hora de construir el monplaza– fueron mejores para la escudería de la UVigo, que otros años flaqueaba en estas exposiciones. Así, lograron dos novenos puestos en las pruebas de coste y de diseño, aunque no pudieron pasar del decimoquinto en la de plan de negocios.
Con todo, la satisfacción es “total” por parte del equipo que viajó a Croacia y Portugal, ya que los objetivos que se marcaron a principios de curso están más que cumplidos y pudieron disfrutar de dos semanas de competición con equipos punteros de toda Europa.
El UM25, una base sólida para el siguiente monoplaza
Los más de 80 alumnos que trabajaron este año en el UM25 afrontaron una temporada bastante inusual, ya que como reconoce la ‘team leader’, “era la primera vez en varios años que se apostó por hacer más cambios en el coche y en ese aspecto era un año mucho más complicado”. Por lo tanto, los objetivos a cumplir eran más ambiciosos que un año cualquiera y Jimena Novás indica que “aunque en la última competición no nos fue tan bien, estamos muy satisfechos”. Así, el UM25 servirá como una base sólida para construir el UM26: “Vamos a apoyarnos mucho en lo que ha sido este coche ahora que conseguimos llevar a cabo objetivos muy ambiciosos”, comenta la ‘team leader’, que ya empieza a planear el camino a seguir de la próxima temporada tras dos años muy exitosos para la escudería de la Universidad de Vigo.
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