Tsondru Yeshe: "Quien quiera acercarse al budismo puede elegir la parte religiosa o solo la filosófica"

Tsondru Yeshe fue presidente de la Federación Budista de España, durante seis años. Por más de 20 años se dedicó a la Comunidad budista Dag Shang Kagyü, en Huesca. Es psicólogo y especialista en neuropsicología clínica y neuropatología. Visitó Vigo con motivo de una nueva sesión “Nada es lo que parece” que forma parte de su curso titulado “Más allá del egoísmo y el egocentrismo”.

Sobre su charla “Nada es lo que parece”, ¿cuáles son las ideas clave?

La idea principal es lo que subyace en nuestra sociedad, muy enfocada a la satisfacción inmediata y a la funcionalidad. El curso pretende hacernos reflexionar y darnos cuenta de la superficialidad con la que solemos vivir. Hoy se busca la originalidad a costa de la autenticidad. Dicha autenticidad se entiende, desde el budismo, como un comportarse más allá del constructo social. Cuando te expresas desde lo más esencial de ti mismo, entonces eres auténtico.

Una de las enseñanzas que promueve es el autoconocimeinto, ¿cómo se consigue sin caer en el egocentrismo del que advierte su curso?

Poner atención en el ego no es hablar desde el ego, es poner al ego como elemento a analizar, no como elemento con el que seguir pensando. En la Dharma ponemos mucha énfasis en la compasión, no en la lástima ni en la pena. La verdadera compasión tiene en cuenta a los demás de tal manera, que yo, cuando hago un trabajo introspectivo, que es egocéntrico solo hasta cierto punto, sitúo a la compasión como el lugar donde debo aplicar el resultado del egocentrismo. Así lo transformo en un movimiento completamente altruista. Entonces, ese altruismo es el fruto de una instrospección. No es un elemento ideológico o una crencia que sigo sin reflexionar.

Hoy en día hay quién sostiene que el budismo es más una filosofía que una religión...

El budismo es ambivalente, significa que comparte un aspecto religioso y otro de filosofía práctica, pero no como se entiende hoy la filosfía moderna, sino que se asemeja a la filosofía clásica. De manera, que quien quiera acercarse al budismo puede elegir la parte religiosa o solo la filosofíca. En este caso, no haría falta estar en un monasterio o que se siga la regla monástica correspondiente. Esto da pie para que el budismo sea muy aceptado en distintas capas sociales y incluso en distintos ámbitos religiosos, no como un enemigo dogmático, sino como un complemento.