El traslado del conserje frena las obras en el colegio del Rocío

El Concello asegura que será desalojado esta semana y que podrían comenzar igual

Los padres del colegio Virxe do Rocío de Coia están a punto de agotar su paciencia. Hace tres años, la Xunta prometió la construcción de un nuevo colegio, pero el sueño todavía no se ha hecho realidad.

r.s.

Publicado: 10 nov 2010 - 09:29 Actualizado: 10 feb 2014 - 12:36

Un cartel de la Xunta anuncia el inicio de las obras en el colegio Virxe do Rocío. foto: landin.
Un cartel de la Xunta anuncia el inicio de las obras en el colegio Virxe do Rocío. foto: landin.

Los padres del colegio Virxe do Rocío de Coia están a punto de agotar su paciencia. Hace tres años, la Xunta prometió la construcción de un nuevo colegio, pero el sueño todavía no se ha hecho realidad. El último escollo es el traslado del conserje a otra vivienda, según aseguran, por lo que solicitarán a Xunta y Concello que se pongan de acuerdo para agilizar este proyecto. Las obras ya fueron adjudicadas, tienen un presupuesto de 1,8 millones de euros, se colocaron las casetas de construcción y el cartel de la Xunta, y se realizó el traslado del mobiliario en los meses de julio y agosto, pero queda el trámite de desalojar al conserje de forma provisional porque en el proyecto está previsto que le hagan una nueva vivienda. El conserje es funcionario municipal y su única función es de vigilancia, y ya en años anteriores el centro había planteado la posibilidad de prescindir de sus servicios. Mientras desde la delegación territorial de la Xunta confirmaban ayer que las obras se está retrasando por este motivo, la versión del Concello es otra. La concejala de Educación, Laura López Atrio, aseguró ayer que el Concello había realizado todos los trámites necesarios para este desalojo y que se producirá seguramente esta semana a un piso de alquiler de acuerdo mutuo, pero añadió que esta situación no es un obstáculo para el inicio de las obras puesto que la casa del conserje solo ocupa una ‘esquina del patio’. En su opinión, es un ‘pretexto’ de la Xunta, como ocurrió con los colegios Altamar e Illas Cíes, entre otros. La situación que se vive en el colegio es precaria, puesto que al trasladarse a uno de los edificios se ha suprimido el pabellón de deportes, se habilitó un patio y un comedor provisional. Para la asignatura de Educación Física los pequeños usan un aula y los mayores deben ir al pabellón de Coia. La asociación de padres y madres tienen previsto reunirse esta misma tarde para analizar la situación y plantear posibles medidas de presión.

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