Tomàs Fuentes: "Hacemos lo que nos da la gana en el escenario y eso conecta con la gente"

El cómico catalán Tomàs Fuentes es el 50% del podcast “La Ruina”, uno de los más conocidos a nivel nacional y ganador de un premio Ondas. Junto con Ignasi Tartavull, su show viene aportado por el público, que se sincera en el escenario para contar esa anécdota bochornosa que todo el mundo quiere olvidar. “La Ruina” está mañana y el domingo en el teatro García Barbón, con prácticamente todas las entradas vendidas.

Cuarta vez que vienen a Vigo con el show. ¿Los vigueses tienen muchas ruinas que contar?

Sí, claro. Si volvemos es porque hay material bueno y no falla nunca. Siempre nos gusta venir a Vigo por es una de esas ciudades que siempre funciona. Es de las pocas ciudades que nos gusta hacer un poco de turismo pese a que ya la conocemos, pero es que la ciudad es preciosa. Además, los que no somos de Vigo, todo el tema de las luces nos parece una locura. Pero antes de eso, yo era fan del dinoseto. Para quien le gusta esas cosas curiosas, está muy guay. La primera vez que estuve en Vigo fui a presentarle mis respetos. Me dolió que ya no esté.

Comenzaron en la biblioteca La Llama de Barcelona y ahora ya van por la octava temporada. ¿Esperaba este éxito?

Que va. Nadie lo esperaba. Y creo que eso es la parte del éxito. Si hubiésemos tenido alguna pretensión o planeado algo, no hubiera salido bien. Empezamos para 30 personas, la mitad eran amigos nuestros, y era como un hobby. Teníamos nuestros trabajos y no se nos iba la vida en ello. El hecho de no estar obsesionado con los algoritmos y las visitas ayuda, porque hacemos lo que nos da la gana en el escenario y eso conecta con la gente. Si lo forzásemos, no hubiera salido.

¿Hubo miedo cuando el podcast comenzó a hacerse conocido?

Sí, aunque el crecimiento ha sido rápido pero progresivo. Nunca nos ha llegado a agobiar. Es cierto que la agencia que nos representa empezó a decirnos que si íbamos a tal teatro, lo íbamos a llenar seguro, cuando nosotros éramos más conservadores. Gracias a la agencia nos tiramos un poco al ruedo y la gente fue viniendo. Pero, aún así, da respeto ver todo un teatro lleno de gente que está a tope con algo que nace de una manera tan tonta. A mí me da vértigo pensar que esa gente está ahí para ver a Ignasi y a mí pasarlo bien.

Además ya apenas quedan entradas y solo para el show del domingo.

Eso me genera un poco de síndrome del impostor. Hay teatro preciosos por España, con montajes increíbles y artistas de talla nacional no han llenado. Nosotros, con una mesa y un mantel, lo hacemos. Pienso que igual mancillamos un poco el espacio (se ríe).

¿Cómo nació la idea de crear “La Ruina”?

Nace de un viaje con Ignasi a Estados Unidos. Era el ‘boom’ del podcast pero no había ninguno con público en directo. Tampoco podíamos dedicarle muchas horas porque teníamos nuestros trabajos como guionistas. Estuvimos dándole vueltas todo ese viaje, porque queríamos hacer algo que cualquier persona se sintiese involucrada, y llegamos a la conclusión que todo el mundo tiene mínimo una anécdota divertida que ha contado mil veces a los colegas. Probamos sin ninguna expectativa, pensando que saldría mal. Y salió bien. Entonces lo volvimos a probar un mes después, y volvió a salir bien. Y así, de la manera más tonta, crecimos tanto que hemos tenido que hacer un paréntesis en nuestro trabajo de guionistas para estar a tope con “La Ruina”.

Cientos de personas ya contaron su “ruina” en el escenario. ¿Cuál recuerda con más cariño?

Va cambiando, pero siempre recuerdo el de una señora en Murcia, Carmen, que ya tenía sus 70 años. Nos contó una anécdota de la muerte de un familiar, al que no le tenía mucha estima, y cuando van al laboratorio se dan cuenta de que el cuerpo era el de otra persona. Pero tiraron para adelante. Lo explicó con una gracia increíble, tuvo su momento para brillar.