Todo comenzó con una ballena
Cemma cumple su trigésimo aniversario consolidado como el centro referente sobre el estudio y observación de los mamíferos marinos
El día 9 de mayo de 1992 un grupo de personas, a título individual y representantes de grupos ecologistas, firmaron el acta fundacional de Cemma en O Grove, poniendo en marcha una andadura que abría muchas expectativas en la conservación marina y en la educación ambiental. Según explican, todo comenzó alrededor de un esqueleto de ballena azul en la Universidad de Santiago en 1990. La trayectoria de estos 30 años llevó a una asistencia de 7.416 varamentos, de los cuales fueron detectados 510 ejemplares varados con vida, el 50% liberados directamente, la mayoría cetáceos y 182 ingresados, la mayoría lobos marinos y tortugas marinas, de estos ejemplares fueron rehabilitados y devueltos al mar más del 70%. Durante la campaña de monitorización costera, entre 2003-2011 fueron realizadas 3.696 repeticiones en los 53 puntos de la red, durante 2275 horas y realizados 794 avistamientos de 7 especies de cetáceos.
Los responsables del centro realizaron un balance de 30 años. Las campañas marítimas ofrecen un resultado de más de 62 mil kilómetros recorridos en el mar, en más de 6.500 horas y fueron registrados unos 2.200 avistamientos de 15 especies con una tasa de encuentro de un avistamiento cada 28,8 kilómetros recorridos. En las campañas de fotoidentificación de arroaces fueron recorridos más de 16 mil kilómetros en más de 1.500 horas, en los que se hicieron 500 avistamientos, con una media de 3,3 h de observación y 38,4 kilómetros recorridos por avistamiento. Se obtuvieron decenas de miles de fotografías de las que se identificaron más de 500 aletas diferentes, algunos de los ejemplares seguidos más de 20 años.
En este período fueron registrados más de 6.500 avistamientos en el mar, muchos de ellos al presentarse la oportunidad. A pesar de que la mayor parte de los cetáceos observados son arroaces y delfines comunes, también fueron observados toniñas, arroaces y calderones, ballena común, ballena alibranca y sobre todo últimamente orcas.
Por otra parte, en las diferentes actividades divulgativas y de educación ambiental participaron en este tiempo más de 20 mil personas. “El esfuerzo valió la pena. Ahora podemos decir que empezamos a saber algo de la fauna marina amenazada en Galicia, aunque cuanto más sabemos más interrogantes surgen”, señalan en Cemma, que añaden que todo esto no sería posible sin la contribución de muchos socios, así como voluntarios y colaboradores.
Cemma pondrá en marcha a partir de ahora diferentes actos de conmemoración del 30 aniversario, en este sentido instaló, como primero acto, una exposición en el Centro de Interpretación Ambiental de la Siradella en O Grove, en recuerdo de la primera exposición inaugurada en el mismo centro en el 1994. La exposición cuenta con paneles y material óseo proveniente de los varamientos y estará instalada en el centro durante los meses de mayo y junio.
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