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Créditos online
Una de las numerosas estafas por internet que prácticamente a diario se denuncian a Vigo destapó ayer durante el juicio una supuesta operativa de captación de ‘mulas’ mediante créditos por internet. El ‘modus operandi’ no es nuevo. De hecho, la Policía desarticuló en España varias redes en los últimos años que utilizaban un engranaje similar para timar a cientos de personas.
El Juzgado de lo Penal 2 de Vigo acogió ayer la vista contra dos mujeres acusadas de cooperadoras necesarias en una venta ficticia de un contenedor de obra. La víctima vio el anuncio por Facebook y contactó con el vendedor que primero le pidió los 1.800 euros del precio y a continuación un nuevo pago de 580 por los gastos. Tras hacer los ingresos en cuentas diferentes de la misma entidad, la perjudicada recibió otra petición de pago a la que se negó cortándose desde entonces la comunicación con presunto vendedor, sin que pudiera recuperar ni el dinero, ni recibir el contenedor.
En el banquillo, se sentaron las dos titulares de las cuentas a las que se les hizo el ingreso, las presuntas ‘mulas’ a las que la acusación atribuye complicidad en la estafa para las que solicitaba inicialmente hasta dos años de cárcel.
Ambas, con edades superiores a los 60 años, rechazaron la acusación y aseguraron haber solicitado un préstamo online, para lo cual abrieron una cuenta y entregaron sus datos personales. Si bien la entidad bancaria para el préstamo y donde se hicieron los ingresos de la venta ficticia era la misma, las cuentas no coincidían.
La Policía, en su investigación, pudo identificar a las dos titulares pero no hasta el vendedor, que según se pudo saber se encontraba en la República de Benín.
Precisamente en los golpes asestados a grupos criminales de estafadores por internet, los cabecillas actuaban desde el mencionado país africano. La operativa era muy parecida, simulando en unos casos ser financieras francesas para captar ‘mulas’ o intermediarios a los que o bien obligaban a abrir cuentas donde ingresar el dinero de las estafas que realizaban con las ventas ficticias por internet o bien pagaban para hacerlo. Una vez cuenta con dichos intermediarios publican anuncios en redes de ventas de productos a un precio muy por debajo del mercado.
El juicio se prolongó durante horas, después de quedar interrumpido por un apagón en los juzgados de Sabadell, desde donde se estaba llevando a cabo una de las videoconferencias.
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