Los testamentos crecen e incorporan las tecnologías con el albacea digital

En las notarías de Vigo y la provincia de Pontevedra se firmaron en los primeros seis meses del año 9.397 testamentos, que son 52 cada día. El año pasado fueron 17.433, 48 al día, una cifra que ratificó la tendencia al alza al convertirse en el segundo año de crecimiento. Así que la ciudadanía piensa cada vez más en firmar ante un notario este tipo de documento y por muy variadas razones.

José María Graíño, notario en Caldas de Reis y decano del Colegio Notarial de Galicia, señala que “es una herramienta muy útil”. Además del coste económico de no hacerlo, porque “la declaración de herededros ab intestato es más compleja y costosa que un testamento, realmente la importancia está en que la voluntad de las personas se plasma en el testamento y evita conflictos sucesorios de cara al futuro”. Añade que “además del carácter patrimonial, hay aspectos personales, como cuando los padres tienen hijos menores, para establecer sus tutores”.

En las notarías de Galicia se autorizaron en el primer semestre 27.852 testamentos, la cifra más alta contabilizada hasta ahora. Es la quinta comunidad autónoma en testamentos y la que tiene mayor tasa con respecto a su población: 195 por cada 10.000 habitantes.

“Esto no es sólo para gente rica”, precisa José María Graíño, porque “los hijos son herederos con o sin testamento”. Ahí, recuerda, “el que puede quedar perjudicado es el cónyuge o pareja si no hay testamento. Porque pueden venir muchos disgustos después de una vida en la que se hecho un patrimonio con el trabajo de los padres y el viudo o viuda piensa que va a heredar como los hijos aunque no haya testamento, pero no es así. Si los hijos se portan bien, no hay problema, pero a veces las cosas no salen como pensamos”, precisa. “En la notaría indagamos sobre las circunstancias de cada persona. Se valoran y asesoramos sobre la mejor cláusula, para que su voluntad se cumpla”, teniendo en cuenta que “hay un testamento para cada etapa de la vida”.

Así hay diversidad de cláusulas y algunas específicas de Galicia. Por ejemplo, si se quiere proteger a la pareja se cede el usufructo universal y el dinero de uno para el otro. También se ve quién va a quedar al cuidado del padre o la madre que queda. De esta forma se puede disponer que la vivienda habitual sea a favor de hijo o hija que asista al padre o madre hasta el fallecimiento. En Galicia, además, hay la posibilidad de dejar esa cláusula abierta y finalmente cuando fallezca la persona ver qué persona ha cumplido la condición de cuidar. El albacea lo dirá y comparecerá ante notario.

En los últimos tiempos se ha introducido la figura del albacea digital, porque “¿qué pasa con las claves y accesos a redes sociales y webs?", señala José María Graíño, “pues se nombra en el testamento un albacea digital, que se va a encargar de las cuentas y perfiles para el borrado. Conviene incluso tener un inventario de las diferentes claves”, añade el notario, que destaca la importancia de esta figura, por ejemplo en el caso de cuentas con criptomonedas, para poder liquidarlas.

En definitiva, para el notario, el testamento ofrece “tranquilidad, cohesión y paz familiar”. Sólo hace falta ir a la notaría con el DNI, donde se informa y asesora de forma gratuita. El coste medio del testamento notarial es de entre 40 y 50 euros. Si la persona fallece sin testamento, ab intestato, para la declaración de herederos es necesario acudir al notario con una serie de documentos y dos testigos sin interés en la declaración. Las herencias con testamento triplican a las de ab intestato.

Ya se introducen cláusulas en relación a la persona que cuidará de las mascotas

Cada testamento introduce cláusulas para adaptar el documento a la voluntad del testador. Así, en Galicia hay la posibilidad de dejar abierta la cláusula que establece que se quedará con la casa familiar quien quede al cuidado del testador.

También aparecen cada vez más disposiciones para dejar fondos a ONG o asociaciones del tercer sector, “es cada vez más habitual sobre todo entre quien no tiene hijos”, explica el notario José María Graíño.

También son cada vez más comunes disposiciones en relación con las mascotas y sus cuidados, a quien se va a encargar se le lega una cantidad determinada para que el destino sea el cuidado de las mascotas.

El decano de los notarios señala que el testamento es “de los pocos instrumentos notariales que se puede hacer a partir de los 14 años”, aunque las personas se sensibilizan más cuando tienen hijos. “Van cambiando las circunstancias, cuando los hijos ya se han formado y se tiene entre 50 o 60 años ya hay preocupación de adjudicar algún bien a algún hijo o de proteger a la pareja. De los 65 en adelante el centro son los cuidados y las asistencias”, añade.

Según su experiencia, en el ámbito rural está muy extendido “también por el tema de mejorar a unos hijos al quedarse con la explotación familiar. En las ciudades esto se ve menos y es más a partes iguales”.

Asimismo hay otros tipos de testamentos, como el mancomunado, en el que pueden testar conjuntamente ambos cónyuges; o el testamento por comisario, donde se delega en el cónyuge la distribución de bienes a favor de descendientes comunes.