teo cardalda o el resumen de los ochenta

Por eso cuando años después consiguió un éxito enorme con Golpes Bajos no pudo extrañar a nadie en Vigo. Era lo lógico. El propio José Teodomiro Cardalda Gestoso, como el viernes por la noche se presentó en el pub Los 80, muy cerca de la casa donde vivió de joven, en Bouzas, contó algo de esto en un concierto didáctico que sirvió para repasar algunos de sus 'hits', explicar cómo y por qué los compuso y también para constatar un par de cosas. La primera, que nada de lo que ocurrió en la primera parte de los ochenta cuando lideró Golpes fue por casualidad, sino fruto de mucho trabajo, un enorme talento y la coincidencia con Germán Coppini. Y esta es la segunda: Cardalda canta bien, pero nunca ha sido una gran voz principal, de ahí que su éxito se cimentara sobre el sorprendente Germán, que le añadió la guinda que le faltaba al producto para ser no solo triunfador, sino algo más: superar generaciones y mantenerse fresco, como los grandes. Le ocurría un poco como a otro grupo de los divinos ochenta, El último de la Fila: aunque Manolo García era su referente, sin Quimi Portet quedaba desdibujado. Quizá por ello -es una opinión- la carrera en solitario de Cardalda ha estado lastrada al incidir en exceso en su lado más lírico, sin el contrapeso que suponía el más 'punk' Coppini. También en esto coincide con la trayectoria de Manolo García, mucho menos gloriosa por su cuenta que en la etapa con su antiguo compañero.

Teo Cardalda narró durante más de hora y media a solas con su piano electrónico cómo se inició su carrera desde los tiempos en que era músico de Bibiano y contó algunas curiosidades –la primera vez que salí de la ciudad fue a la gris Bulgaria comunista; reconoció que se sintió el rey de Vigo cuando con Golpes Bajos pasó de la noche a la mañana a convertirse en el grupo referencia de España- y sorprendió al interpretar de forma convincente temas de otros grupos, como “Una décima de segundo”, compuesto por él mismo con Antonio Vega-Nacha Pop, con un gusto diría incluso que superior que en sus propias canciones. Curioso y revelador.

Cardalda -su mujer, María, estaba entre el público- estuvo simpático y relajado ante un público bullicioso y dejó lo mejor de sí en unas cuantas canciones inolvidables, y algunas de ellas -'Malos tiempos para la lírica'- sonaron en la noche de Los 80, un lugar muy apropiado para una música que ha trascendido generaciones -dudo que pase lo mismo con los repetitivos indies cantando en 'finglés'- y del que el exGolpes es el mejor resumen y quizá su gran exponente al lado de Radio Futura, Gabinete y El Último de la Fila.