Telemedicina viguesa a bordo de barcos de pesca en alta mar
Sanidad
El Hospital Vithas Vigo ofrece a los buques llevar un hospital a bordo, como el equipo de telemedicina marítima desarrollado por las empresas viguesas Usail y Sivsa
Vigo se erige como un referente internacional de la telemedicina. El hospital Vithas ofrece este servicio con el que ya atendió a más de 400 pacientes en alta mar desde el año 2022. Entre los equipos de medicina a distancia con los que trabaja está el desarrollado por las empresas viguesas Sivsa y Usail que fue el primero autorizado en España por el Instituto Social de la Marina.
Este equipo se estrenó en dos buques de pesca gallegos -el ‘Hadassa Bay’ y el ‘Igueldo’ que faenan en Malvinas con un hospital a bordo. “La teleconsulta y atención médica es 24 horas los 365 días del año”, explica Idoya Sanluis, jefa del servicio de urgencias de Vithas Vigo desde la estación de referencia ubicada en el centro hospitalario. Desde ahí se lleva a cabo la conexión médico-paciente a través del equipo portátil que lleva a cabo el buque, en este caso Usail Telemed. “Detectamos que había un hueco sin cubrir en el mundo marítimo y queríamos que armadores y tripulación pudieran contar con seguridad a bordo. Esta maleta es muy intuitiva y fácil de usar y está perfectamente adaptada al entorno marino”, señala Mauro Álvarez, director de operaciones de Usail, que es el proveedor de servicios de telecomunicaciones y la encargada de comercializar este equipo desarrollado por la compañía Sivsa. Ambas firmas están integradas en el grupo tecnológico KIOM, con sede en el PTL.
La maleta de telemedicina viguesa permite realizar mediciones o pruebas diagnósticas al paciente a bordo del buque, como medición de temperatura, saturación de oxígeno, frecuencia cardíaca, tensión arterial, coagulación, glucosa, electrocardiograma, pruebas oftalmológicas o estudios dermatológicos. Dispone de una cámara de exploración general y otras específicas, un ecógrafo portátil y un laboratorio seco para confirmar si un dolor torácico puede ser o no un infarto. “Los capitanes y primeros oficiales son los que manejan la estación de telemedicina, tienen una formación previa y el servicio que ofrecemos incluye a todos los especialistas del hospital", señala la responsable de urgencias, que relata el caso de un marinero que sufrió un infarto agudo de micoardio. “Nos llamaron por un dolor torácico de un tripulante de un barco en alta mar. Lo tuvimos monitorizado durante ocho horas, viendo en cada momento los registros y con un seguimiento muy exhaustivo con el cardiólogo. Pudo salvar su vida”, relata la doctora. En este caso, el marinero tuvo que ser evacuado y trasladado a puerto, pero en la mayoría de los casos no son necesarias las derivaciones a tierra. “Una veintena de evacuaciones habremos tenido que realizar en este tiempo, afortunadamente este tipo de equipos y herramientas nos permiten realizar unos diagnósticos muy precisos con las cámaras de exploración general, el registro de las constantes y la monitorización electrocardiográfica y el registro de las constantes", relata la jefa de urgencias, que recuerda otro caso reciente en el que recibieron una alerta por una persona con una desviación de la comisura bucal, con sospecha de que pudiera ser un ictus. “Con las cámaras pudimos hacer una exploración neurológica completa y vimos que lo que tenía era una parálisis facial periférica. Lo tratamos a bordo y mejoró”.
El servicio de telemedicina está centralizado en el Hospital Vithas Vigo y se está explorando la opción de llevar la telemedicina a otros sectores distintos a la pesca.
“Para la tripulación es una tranquilidad llevarlo a bordo”
Arsenio Conde es el primer oficial del “Hadassa Bay”, barco de la pesquera viguesa Copemar que este año realizó sus dos primeras campañas en aguas de Malvinas con el maletín de telemedicina a bordo. “Es una tranquilidad y supone una ayuda muy grande porque, ante el mínimo problema, podemos tener comunicación con el centro hospitalario, que nos va indicando paso a paso lo que tenemos que hacer”, explica el marinero natural de Baiona.
Este buque es de reciente construcción -obra del astillero Armón Vigo- y apenas lleva un año operando en dicho caladero, desde donde hizo uso de este servicio médico para abordar el caso de un tripulante con piedras en la vejiga que tuvo que ser evacuado.
El capitán y el primer oficial son las personas responsables del botiquín en el barco y reciben una formación sobre el funcionamiento de los equipos. Además, durante los primeros días se hacen simulaciones en puerto para que los tripulantes autorizados puedan familiarizarse con los sistemas.
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