El Teatro Gorrilla triunfa en los espacios de ocio de Churruca en Vigo

Teatro Gorrilla o Teatro Inverso, ese es el nombre que recibe este atípico proyecto artístico nacido en la zona de Churruca. Esta inciativa alternativa busca la visibilidad de piezas escénicas contemporáneas como el microteatro o la danza, contando con diferentes locales de las zonas de ocio viguesas.

Sergio Llauger, Eva Comesaña y Laura Merchán idearon el Teatro Gorrilla inspirándose en la famosa figura del gorrilla y “esa idea punky de que si no me das dinero te robo el coche”, explicaba Llauger, organizador. El atrevido nombre , además de representativo, explica literalmente el formato de pago del público una vez terminados los espectáculos organizados: mediante el pago en efectivo voluntario en una gorra. Una técnica original que ha funcionado tan bien para estos tres artistas que les ha permitido organizar numerosos festivales, como el último celebrado con motivo del Día Internacional del Orgullo LGBT.

A través de la promoción en redes sociales, Teatro Gorilla consiguió un éxito absoluto el pasado sábado 1 de julio, en el que se mostraron un total de 6 obras en un período de 4 horas. La temática queer sirvió como celebración del colectivo pero también como reivindicación de este dentro del mundo artístico. “Queremos que las personas pertenecientes al colectivo sean contratadas y celebradas todo el año”, así lo justificaba Llauger.

Con la colaboración de la Asociación Nós Mesmas y la inclusión en su programa del Orgullo, la iniciativa consiguió realizar presentaciones en numerosos establecimientos de ocio de la zona en intervalos de 30 minutos entre ellas, algo que para los organizadores fue “muy rápido pero muy divertido”.

Comesaña, Merchán y Llauger ya estaban inmersos previamente en el mundo artístico, por lo que este poyecto resulta totalmente independiente a lo que pueden desarrollar en sus vidas profesionales.

Teatro Gorrilla , como bien lo definía Llauger, “busca destacar el mundo teatral en una ciudad conocida por su panorama musical”, por lo que esperan que, en un futuro, con la ayuda de las instituciones, puedan realizar muestras en otros lugares de ocio vigueses, como la Calle Príncipe o Samil.

Aunque la zona en la que se exponen estas obras, dirigidas originalmente a un público jóven sea reducida, las personas que acuden a disfrutar del espectáculo resultan bastante variadas.

Teatro Gorrilla consigue reunir un público muy heterogéneo. “Incluso nos hemos encontrado con gente que nos daba clase”, expone Llauger.

Los organizadores afirman que la mejor parte de este proyecto es la de crear criterio en personas que no estaban familiarizadas anteriormente con el panorama artístico.

Sergio Llauger explica que “son obras que sorprenden en un primer momento, pero, una vez terminadas, el público reflexiona sobre ellas, dejando una sensación de impacto”.

Esta curiosa iniciativa es llevada a cabo desde junio hasta septiembre, por lo que ya han dado por terminada la edición de este año con su festival con motivo del Orgullo.

No obstante, Llauger, Comesaña y Merchán afirman que volverán en septiembre, como de costumbre, con un nuevo catálogo de espectáculos aún por definir, pero con la misma temática y, sobre todo, las mismas ganas e ilusión.