La Subdelegación busca espacio adecuado para instalarse en Vigo

La Subdelegación del Gobierno lleva varios meses buscando un espacio adecuado para abrir una oficina en Vigo y poder despachar en la mayor ciudad gallega al menos una vez a la semana. No es fácil conseguirlo, porque además del gasto presupuestado exige mover personal y sobre todo contar con un local en condiciones, incluida la seguridad, para albergar el movimiento de parte de la Administración periférica del Estado en la provincia. De momento, no ha habido resultado, aunque se han manejado varias opciones, por lo que probablemente el asunto quedará para la siguiente legislatura.

El subdelegado, el vigués Antonio Coello, que fue concejal de Tráfico y Seguridad con Corina Porro, se encontró al llegar al cargo con que las dependencias de la Subdelegación en Vigo habían desaparecido. Al parecer, según señalan fuentes de dicho departamento, los anteriores responsables habían tomado la decisión de vender el piso de García Barbón por motivos que el equipo de Coello no ha sido hasta el momento capaz de aclarar.

Antes, el Gobierno Civil, la denominación anterior, disponía de unas amplias instalaciones en un piso de la sede central de Caixanova, de donde tuvieron que marcharse cuando la desaparecida caja viguesa decidió reformar el inmueble para ampliar sus instalaciones. Con todo, era un piso que tenía un uso muy limitado.

Curiosamente, dos "gobernadores" vigueses anteriores, Jorge Parada y Delfín Fernández, apenas utilizaron los locales en Vigo salvo en contadas ocasiones, al menos para actos de cara al público.

Con todo, la falta de un local apropiado ha llevado a que esta pasada semana el vicecónsul de Portugal, en Vigo, tuviera que ir hasta Pontevedra para entrevistarse con el subdelgado, también de Vigo. Y antes, que la reunión de los ayuntamientos sobre los mercadillos, donde los principales afectados son Vigo, Cangas y Redondela, también se desarrollara en la sede pontevedresa.