Stellantis Vigo y buena parte de la automoción, a 'medio gas' por la falta de microchips

Hace un año por estas fechas comenzaban a surgir los primeros problemas de falta de suministro de microchips, hoy un problema generalizado a nivel mundial que ha puesto en jaque al sector de la automoción.

En la fábrica de Stellantis Vigo, la de mayor producción en España, el impacto es de 90.000 coches que se dejaron de ensamblar en lo que va de año por no haber semiconductores, piezas diminutas que incorporan algunos componentes de los coches para funciones de seguridad, entretenimiento o en la gestión de los motores.

La planta de Balaídos lleva parada tres días en una de las líneas de montaje, donde se monta el superventas Peugeot 2008, y tiene previsto reanudar la actividad este jueves. Y así buena parte de la industria auxiliar porque la situación es extensiva en todas las factorías con paros de producción continuos que todavía se extenderán el próximo año.

En Vigo, la factoría de Stellantis prevé negociar un nuevo ERTE para aplicar en 2022 ya que el que tiene en vigor caduca el 31 de diciembre y en la cadena de proveedores se hará lo mismo en la inmensa mayoría de las empresas.

Ayer mismo, la diputada del BNG Carmela González defendió ante el Parlamento de Galicia la creación en el área de Vigo de una fábrica de baterías eléctricas y atraer factorías de componentes para coches eléctricos.

La nacionalista lamentó que “mientras la Xunta sigue con su propaganda, Portugal confirmó una planta de componentes propia y países como Alemania, Italia o Holanda inversiones millonarias para fabricar microchips”