“Para ser sacerdote hay que ser, sobre todo, muy humilde, y el resto viene rodado”
JUAN DIZ MIGUÉLEZ Rector del Seminario Mayor San Xosé
nnn Juan Diz Miguélez (Cabo Frío, Brasil, 1965) se estrena este curso como rector del Seminario Mayor de San Xosé. Formador durante dos años en el centro, también ejerce como párroco en Santa María de Baíña, en Baiona.
Su comunidad docente conmemora hoy el Día del Seminario, una festividad, que tal y como explica para este diario, pretenden hacer extensible al resto de la sociedad.
¿Qué supone la celebración de un día dedicado al seminario?
Es una forma de darnos a conocer a la diócesis y mostrar un poco la vida de los jóvenes que están estudiando para ejercer como párrocos y ponerse al servicio de los demás.
¿Cuál es el perfil del seminarista del siglo XXI?
La mayoría suele llegar a San Xosé ya con estudios universitarios, en este caso, de Derecho o de Bellas Artes; otros proceden del Seminario menor. El perfil de los seminarista coincide con el de cualquier joven de la sociedad actual. Son chicos de su tiempo.
¿Cómo afianza su vocación durante su estancia en el seminario?
Estos años de estudio suponen un proceso para descubrir y afianzar la llamada de Dios, esa vocación que sintieron. Son seis cursos para discernir lo que buscan y están dispuestos a dar. Algunos encuentran la respuesta en segundo o en tercero, otros lo hacen en quinto. Tienen que ir descubriéndolo y para ello les ayudan mucho los estudios, pero también las pastorales en las parroquias, donde están en relación directa con los fieles y sus necesidades.
¿Existen renuncias en este proceso de formación?
Siempre hay alguna. De los que llegan al Seminario Mayor pueden abandonar un 2%. Se dan cuenta que esto no es lo suyo. Es como un noviazgo, es mejor frenarlo a tiempo.
Además de la vocación, ¿qué es requisito imprescindible para tomar los hábitos?
Para ordenarse sacerdote, hay que ser, sobre todo, muy humilde. Es necesario aceptar la voluntad de Dios y entregarse a una vida al servicio de los demás. Si se logra eso, el resto viene todo rodado, porque debe ser una entrega sin condiciones. Aquí no hay horarios. Se está disponible las 24 horas del día.
En la diócesis de Tui-Vigo existen dos realidades muy diferenciadas entre las parroquias urbanas y las rurales.
¿Lo tienen en cuenta durante la formación de los nuevos párrocos?
Es una de las cosas que se están revisando. La Santa Sede acaba de editar una nueva directrices fundamentales en la preparación para el sacerdocio, algo que se está adaptando para el caso de España. En ello se quiere incluir la necesidad de un conocimiento real de las parroquias, de las características que tienen las de la ciudad y las del medio rural, así como de sus problemáticas. Consideramos que los jóvenes párrocos tienen que salir preparados del seminario para asumir estos retos.
De este seminario también han salido misioneros para asistir en países en vías de desarrollo. ¿Existe en Vigo esta sensibilidad especial?
Sí que tenemos varios misioneros, actualmente aún están alguno de los mayores. Las misiones es una realidad diferente y muy dura. El último que viajó desde Vigo a África, Gándara, un sacerdote joven, murió al caer un árbol sobre su casa.
Seis seminaristas en Vigo, dos en el ciclo inicial y, cuatro en el superior
Juan, Jesús, Emilio, Giorgio, Gabriel y Sebastián representan el futuro más próximo del sacerdocio en la diócesis de Tui-Vigo. Son los seis jóvenes que cursan formación en el Seminario Mayor de San Xosé, dos de ellos en la primera etapa, en el ciclo filosófico, y los cuatro restantes, en la segunda, el ciclo teológico. Universitarios o vocaciones tempranas, se preparan, junto a dos formadores y a un director espiritual, para tomar el hábito.
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