Empresas del mar de Vigo se mudan al norte portugués por la seguridad jurídica y los trámites rápidos
MAR
Compañías viguesas de la pesca han decidido apostar por Portugal a la hora de ampliar sus negocios
No se le puede calificar de éxodo, porque al menos por el momento las sedes centrales se mantienen en Vigo y su área, pero ya hay un buen número de empresas que han decidido optar por Portugal a la hora de pensar en ampliar sus negocios y construir nuevas plantas de producción. Podrían haberlo hecho en Vigo, en su entorno o en otros puntos de Galicia pero decidieron cruzar el Miño e instalarse en el norte luso, entre Valença y Vilanova de Cerveira, donde sus alcaldes ofrecen terrenos para construir naves a buen precio, pero sobre todo con una agilidad impensable en la Administración municipal española a la hora de aprobar licencias y conceder permisos. A estas alturas entre ocho y diez empresas ya han dado el saldo e invertido sus ampliaciones en Portugal. Con éxito. Entre ellas, Marfrío o Atunlo, que cuenta con su sede central en Beiramar. Y el camino sigue abierto para otros negocios: hace menos de un mes fueron varias empresas instaladas en Puxeiros, entre Mos y Vigo, las que obtuvieron vía libre en Valença para trasladar todo su negocio. De momento el proceso está paralizado aunque la oferta lusa era irrechazable.
Todo ello, en el ámbito pesquero al menos, entronca con los problemas surgidos en el pasado en la entrada de mercancías por el puerto de Vigo en el Puesto de Inspección Fronteriza (PIF), ahora denominado Puesto de Control (PCF). En varias ocasiones, partidas importantes fueron paralizadas en Guixar, pero en todos los casos no por problemas sanitarios sino administrativos, con el color de la tinta o detalles similares. “Problemas puramente documentales han parado partidas enteras y eso provoca temor. Esto no pasa en el puerto de Leixoes, donde son escrupulosos con la vigilancia de lo que entra, pero mucho más efectivos con los procesos administrativos. Entre otras cosas, allí existe una ventanilla única donde se gestionan todos los permisos, al contrario que sucede en Vigo, lo que provoca enorme inseguridad jurídica”, explicaba un alto responsable del mundo marítimo y pesquero. En el mundo pesquero vigués se señala que un mismo contenedor puede ser abierto por varios organismos distintos de Sanidad, Agricultura, Pesca o la Guardia Civil, “lo que no nos parece mal, pero que haya una autoridad única, la que sea”.
La ventanilla única, posible en Puertos del Estado
El pasado mes de abril, representantes de la Autoridad Portuaria y de la asociación logística Logidigal celebraron una reunión para poner encima de la mesa los históricos problemas que tiene la terminal marítima viguesa en el desarrollo de su actividad y con fin a iniciar una colaboración estable de cara a la solución de los mismos. No podía faltar el asunto de la ventanilla única y así fue: en dicho encuentro ambas partes acordaron reactivar una iniciativa absolutamente imprescindible, como es el desarrollo y la implementación de dicha ventanilla portuaria con el fin de simplificar los procedimientos administrativos y las cargas burocráticas, convirtiendo a la administración portuaria en un instrumento más eficaz y eficiente al servicio de los usuarios del puerto. La posibilidad de hacerlo efectivo no es remota: Puertos del Estado contempla la ventanilla única como el único punto en el que se comunica por una sola vez la información a declarar con ocasión de la escala de un buque en un puerto español y pone a disposición de las autoridades competentes, de otros Estados Miembros, y de autoridades europeas la información necesaria.
Miles de toneladas para Vigo entran aún por Oporto-Leixoes
El resultado de todo este proceso de traslado hacia Portugal -por las facilidades del país vecino frente a los obstáculos locales- es que unas 50.000 toneladas de pescado congelado que vendría para las plantas viguesas entra por la terminal marítima de Oporto “porque hay seguridad”. El siguiente paso, de cajón: construir nuevas naves en el norte portugués y expandir el negocio allí, en lugar de invertir en Vigo y su área que habría sido lo normal. “Es verdad que ya no pasa en el PIF de Guixar, pero lo cierto es que las empresas que desviaron sus mercancías por Leixoes no han vuelto”, añade la misma fuente autorizada. Por su parte, Javier Touza, presidente de los armadores del Berbés, y al mismo tiempo con negocios en el sector del frío industrial, mantiene que hay una enorme pérdida de competitividad frente a Portugal y reclama la “ventanilla única” para centralizar trámites, tantas veces anunciada, pero que hasta ahora parece imposible de instaurar en el Puerto de Vigo. También coincide en el éxodo a Portugal, visible en la instalación de plantas en el Miño.
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