Santi Araújo y el gusto por contar historias

“Canciones para bailar” es el álbum que Santi Araújo presentará este sábado en la sala Radar. Son temas ni excesivamente “tralleros”, ni excesivamente marchosos, pero al intérprete le despertaron el deseo de bailar. “Es curioso porque lo que para uno es bailable, para otro no lo es; el título del disco tiene que ver con que la primera vez que escuché las canciones mezcladas, me encontré a oscuras, moviéndome al ritmo de la música, noté una sensación estraña, ya que no tengo la etiqueta, ni la actitud de Back Street Boys, mis anteriores trabajos son más melancólicos, autorreflexivos”.

En declaraciones a Atlántico, reconoce que con 41 años recién cumplidos, no sabe qué supone este disco en su trayectoria. “No tiene que marcar nada, forma parte de la evolución natural, fue una alegría poder hacerlo en Barcelona con profesionales con talento, pero no tengo ni idea de que me deparará el futuro”. Afirma que lo que le interesa es contar historias, “darle un sentido a la vida. Es fácil hacer música y comunicar las cosas”. Así, compagina la música con la preparación de un libro y de un audiovisual que están próximas a publicarse.

Sin saber por qué, en “Canciones para bailar” va desde la bossa nova o el folk hasta la psicodelia, con unas letras acompañadas de un fraseo que ya es característico suyo. “Salieron ahora todos esos estilos que creo que estuvieron siempre ahí, es un poco como cuando se compra una alfombra nueva en una habitación y cambia el concepto de todo; no sé qué fue primero, si el huevo o la gallina, si un estado mental propicio o las canciones que vienen y aparecen”. 

Reconoce que la pandemia sufrió una inmersión en la bossa nova, “de tantas horas tocando, investigando y estudiando surge esta evolución interior”.

Sin embargo, en el proceso creativo considera que los temas tomaron vida propia. “En mi cabeza podía sonar a Caetano Veloso, pero una vez tocada en sala sonaba a Bruce Springsteen, eso me lleva a pensar quién está realmente detrás del telón, ¿soy yo o son las circunstancias y la gente con la que trabajo”. Para Araújo, este es un proceso emocionante y fundamental en la creación de música.

Si bien dice que es su disco más personal, puntualiza que no es autobiográfico. Cambió el método de trabajo, sus registros explorados con lo que la propuesta resultó diferente a la de “Suelta o Muerde”, su anterior álbum.

Un disco grabado en cinta que “abraza el error”

Una de las características de “Canciones para bailar” es que está grabado en cinta, en un tipo de producción que según Araújo, “es caro, reúne muchos profesionales con talento y ya no se hace. No permite repetir mil veces las cosas, abraza el error”. Una autenticidad en el sonido que pretende trasladar a los directos. “Es cierto que las canciones cambian bastante del disco al escenario porque la mayoría de las veces actúo solo, en la intimidad con el público, pero no será el caso del concierto de Radar, donde saldré en formato trío con Julián Seijo y Martínez Puga, será una constatación de que las canciones cambian, suenan más animadas”. En esta misma sintonía, el viernes recuperará temas del pasado que, en sus palabras, “se comunican bien con las nuevas composiciones” y ofrecerá un formato más animado de lo que tiene acostumbrado a su público. “Este disco es alegre, no hace falta mucho más que escuchar y dejarse llevar, está cargado de buen rollo, es la ventana por la que entra la luz”.