Rincones en Vigo de cuatro continentes

Los nuevos vigueses

La ciudad cuenta con locales regentados por inmigrantes, que aportan a la urbe un pedazo de la riqueza cultural de su país de origen, como el caso de Tariq Farash, Alberto Subero, Modou Mamoune Sylla y Chiyu Sugiyama

Modou Mamoune Sylla haciendo un arreglo de costura en su local.
Modou Mamoune Sylla haciendo un arreglo de costura en su local. | Vicente Alonso

Vigo siempre fue una ciudad abierta al mundo y, ahora, sus tiendas son un reflejo de esa internacionalización. Cada vez es más habitual ver como los negocios son un reflejo de la riqueza cultural de la urbe con locales regentados por gente extranjera.

El primero de estos establecimientos es DS Costura, en Sanjurjo Badía, cuyo propietario es Modou Mamoune Sylla, un senegalés que llegó a la ciudad hace 8 años. “Antes tenía un taller en Senegal, como aquí, pero la cosa no salió bien y tuve que venir a España. Trabajé en los campos de otros lugares, como Muxía o Lleida”, retala el hombre. Ahora, asegura estar muy contento en la ciudad. “Me encanta. Fui a muchos lugares de España, pero Vigo, para mí, es el mejor. Me gusta estar aquí trabajando y la gente es muy buena”, explica Sylla, que actualmente trabaja solo en su taller de arreglos de costura.

Tariq Farash, propietario de Kashmir’s Art House, nació en la India, pero creció en Países Bajos, donde empezó en el mundo del emprendimiento desde muy joven. Farash relata como en unas vacaciones a la ciudad el año pasado se enamoró de Vigo y tuvo la certeza de que debía hacer algo aquí. “Abrí al tienda hace seis meses y cuanto más vivo aquí, más me gusta Vigo. Es una buena ciudad para vivir”, afirma el hombre, que a día de hoy todavía se encuentra aprendiendo español para romper la barrera del idioma con sus clientes.

Tariq Farash en el interior de su tienda de artesanía.
Tariq Farash en el interior de su tienda de artesanía. | Vicente Alonso

En Travesía do Franco hay una pequeña pastelería de dulces tradicionales japoneses, Sen Japanese Bakery. Su propietaria es Chiyu Sugiyama, una japonesa llegada desde la ciudad de Iga, en la prefectura de Mie. “Estudié español en la universidad y un verano vine aquí para aprender un poco más del idioma y me gustó. Al acabar la carrera me vine para aquí”, relata Sugiyama, que asegura estar muy contenta con los clientes vigueses. “Me sorprendió ver que había un montón de gente que le interesaba cultura japonesa. Dicen que conocen algunos dulces porque salen en mangas y animes. No me lo esperaba”, explica entre risas.

Alberto Subero es el propietario de las tiendas de alimentación Alberto’s Vigovenez. Alberto llegó a Vigo hace siete años para escapar de la situación política de su país natal, Venezuela. Asegura que llegó al país para trabajar en un restaurante en Madrid, pero que, por cosas del destino, acabó en Vigo. Ahora, tiene su tienda, en la que trae, vende y lleva productos de todos los rincones del mundo a lugares como Portugal, Ourense y zonas próximas a Vigo. “Ver a la gente con la satisfacción de encontrar algo de su tierra me alegra mucho. Muchos dicen ‘Si quieres algo pídeselo a Alberto, que él lo consigue’ y eso es gratificante”, declara Subero, quien añade que “España sería diferente si dieran permiso de forma más rápida a los extrajeros para trabajar”.

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