Rigoberta Bandini logra un lleno histórico en Playa América

Paula Ribó, conocida artísticamente como Rigoberta Bandini, agitó y revolucionó a las cerca de 4.000 personas que ayer se concentraron en el día grande del festival Vive Nigrán con un concierto irreverente, provocativo y en donde reivindicó su lado más feminista. La cita comenzó en hora, a las 23,45, y sobre el escenario una Rigoberta tapada hasta la garganta con una chaqueta plagada de chapas. A su lado su alter ego, Belén Barenys, sus otras primas y su pareja al teclado, Esteban Navarro.

No faltaron los elogios a Nigrán, calificado por la propia cantante como “auténtica maravilla” y con Navarro bromeó sobre el formato del festival “el tamaño perfecto, Nigrán-de ni pequeño” y partir de ese momento el comienzo fue explosivo sacando su lado más electro. Lo cierto es que el público vibró y desde el minuto uno fue un no parar, “In spain we call it soledad”, “Fiesta”, o el “Ay Mamá” en su versión génesis provocaron un enloquecimiento generalizado hasta que todo cambió, el escenario se fue a negro cambiaron los vestuarios y comenzó el espectáculo más reivindicativo. El repertorio prosiguió con “The fuck fuck poem”, “Cuando tú nazcas”, “Julio Iglesias” con dedicatoria incluida, “La, la, la” o “A todos mis amantes”, entre otros, de esta manera la tensión se mantenía en lo más alto mientras la artista rompía moldes y roles de género desde el campo de fútbol de Lourido como su mayor reclamo.

El punto de inflexión llegó, como no podría ser de otro modo, con su hit “Ay Mamá” en versión original y con lo que todo el mundo estaba esperando. Aunque en Playa América no hubo una teta gigante, sí hubo una Rigoberta Bandini en sujetador y una Belén Barenys dejando al descubierto por momentos las suyas y no solo eso, también su embarazo.

La set list de la artista se salió de la ruta programada hacia el final del concierto interpretando para los asistentes su último tema que salió a la luz hace apenas 10 días, “Así bailaba”, reconvirtiendo de este modo una de las composiciones infantiles más sexistas de todos los tiempos en un himno del feminismo con el estribillo “Ni lavar, ni planchar, ni barrer, ni guisar”. También cantó “Soy Caillou” de la serie de animación que la artista puso voz como dobladora o “En la granja de Pepito”. Aquí el reloj se acercaba peligrosamente hacia la una de la madrugada, había pasado apenas una hora de concierto y llegó la recta final con dos versiones de “Too many drugs”, la original y “I love Gigi remix”.