Los riesgos del cambio climático en Vigo, más allá de los incendios
Organizaciones científicas señalan posibles escenarios para Vigo como el retroceso de la costa, impactos en el marisqueo y la pesca o sequías más prolongadas
Los incendios registrados en Galicia en los últimos días, algunos en el área de Vigo como los de Vilaboa y Oia, volvieron a situar en el debate público la relación entre la crisis climática y los desastres ambientales. Aunque las causas inmediatas de los fuegos son variadas y en muchos casos obedecen a imprudencias humanas, la comunidad científica advierte de que el cambio climático crea condiciones cada vez más favorables para su propagación.
Investigadores de la Universidad de Vigo ya avanzaron en los últimos años que el aumento de las temperaturas, la intensificación de las sequías y las olas de calor prolongadas podrían provocar un incremento significativo del número de incendios forestales. El más próximo a Vigo en estos momentos, el de Vilaboa, continúa estable en estos momentos tras desactivarse la situación 2 y acumula unas 70 hectáreas quemadas.
Pero más allá de los fuegos, el cambio climático plantea riesgos diversos para Vigo y su entorno. Organizaciones científicas y ambientales coincidieron en señalar posibles efectos: retroceso de la costa, impactos en el marisqueo y la pesca o sequías más prolongadas. Unos avisos que pueden aparentar un panorama pesimista, pero que también persiguen anticipar escenarios y ofrecer información que permita precisamente prevenir estas situaciones.
Uno de los riesgos más señalados en Vigo es la subida del nivel del mar. Según previsiones de la NASA, para 2030 habrá ya impactos graves en la costa y que a finales de siglo el mar podría haber avanzado más de 40 metros sobre la línea actual. En concreto, la NASA calcula que la crecida podría alcanzar 43 centímetros en 2090, poniendo en riesgo zonas como Bouzas o el puerto deportivo.
La Universidad de Cantabria, en un estudio con el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, también concluyó que Vigo es una de las ciudades peninsulares más expuestas a esta amenaza, con un aumento medio de 2,91 milímetros al año en el nivel del mar en lo que va de siglo XXI. El Ministerio para la Transición Ecológica ya advirtió de que prácticamente la totalidad de las playas de las Rías Baixas podrían desaparecer parcial o totalmente en las próximas décadas debido a la subida del mar.
Más mareas rojas y cultivo limitado de marisco en la Ría
Los ecosistemas marinos y las actividades económicas que dependen de ellos también se encuentran en riesgo. El informe Clivar-Spain 2024, elaborado para el Ministerio de Transición Ecológica con participación del grupo Ephyslab de la Universidad de Vigo, señaló que el marisqueo sufrirá un fuerte impacto. El crecimiento de especies como el mejillón se podría ver limitado y bivalvos como almejas y berberechos podrían sufrir mayores mortalidades por los cambios en la temperatura y la salinidad del agua. Por todo ello, organizaciones como Greenpeace apuntan a una caída significativa de la producción marisquera y alertan de las mortalidades de bivalvos por el calentamiento del mar.
El desplazamiento de especies marinas es otro de los efectos constatados. La Universidad de Vigo, dentro del proyecto Life Shara de la Oficina Española de Cambio Climático, señaló que el cambio climático está modificando la distribución y abundancia de especies marinas, lo que repercute en la pesca artesanal, industrial y en la acuicultura. En paralelo, el Instituto Español de Oceanografía (CSIC) detectó un aumento de las mareas rojas en las rías gallegas, fenómenos que pueden obligar al cierre de polígonos de mejillón y provocar pérdidas económicas. Unas proliferaciones que podrían intensificarse bajo escenarios de calentamiento.
Las lluvias se redujeron en Vigo un 40% desde 1950
Los cambios también se aprecian en la meteorología local. Datos de la Agencia Estatal de Meteorología muestran que Vigo redujo en más de un 40% su precipitación anual media desde 1950, con lluvias más concentradas y periodos de sequía más frecuentes. Desde la Universidad de Vigo advirtieron de que el aumento de la evapotranspiración agrava la aridez y favorece la recurrencia de sequías. A ello se suma un incremento general de las temperaturas y la reducción de episodios de frío, lo que podría convertir a la ciudad en una “isla de calor” urbana.
La Universidad de Vigo, junto a otras muchas instituciones estatales e internacionales, concuerdan en que la reducción de emisiones y la aplicación de medidas de adaptación son fundamentales para mitigar los impactos del cambio climático en la ciudad y su entorno.
El cambio climático también puede tener otros efectos indirectos en Vigo vinculados al turismo. El Joint Research Centre (JRC), órgano científico de la Comisión Europea, analizó cómo variará la demanda turística en Europa en función de distintos escenarios climáticos. Su informe concluye que, mientras regiones mediterráneas como Murcia podrían perder hasta un 6,8% de pernoctaciones respecto a 2019, Galicia podría ganar en torno a un 3%. En escenarios más pesimistas, el aumento sería aún mayor, situándose Vigo y otras ciudades gallegas en una posición relativamente más atractiva por sus temperaturas más moderadas frente a las olas de calor del sur peninsular. Según este organismo, el desplazamiento de flujos turísticos hacia el norte europeo es una tendencia que se acentuaría en todos los panoramas contemplados, lo que implicaría un potencial repunte de visitantes en Galicia.
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