El riesgo de invertir en criptomonedas sin formación

El mundo de la inversión a través de las nuevas tecnologías ha venido para quedarse. Las criptomonedas pueden ser un activo digital de importancia, utilizado para evitar las comisiones de los bancos y darle mayor control a los particulares. Pero su valor oscila, lo que abre la puerta a especuladores que corren el riesgo de perder parte de sus ahorros. El desconocimiento o creer el falsos gurús es el primer paso para una inversión ruinosa.

Para ello, la Asociación Galega de Blockchain e IoT, Agalbit, afincada en Vigo, es una opción formativa para aquellos que, ya sea por la obtención de activos digitales o por mera especulación, quieran adentrarse en el complejo mundo de las criptomonedas. Su portavoz, Antonino Comesaña, indicó que “no todo es igual. Ni las criptomonedas ni el Bitcoin ni los tokens. Son cosas muy distintas entre sí, y para ello hay que ser conocedor de la materia”. Comesaña señaló que los principales beneficios, para lo que está destinado, es mantener una cartera digital que crea seguridad en sus transacciones: “Mucha gente le gusta la idea de tener el dinero controlado por particulares, sin la presencia del Estado, y además esto evitar intermediarios, es seguro y con bajo coste. Se han convertido en un medio de pago aceptado”.

Las criptomonedas “están para quedarse. No hay más que ver cómo se quiere realizar una legislación para ellas”, así que “se puede decir que ya son el presente”. Pero algo muy peligroso, y que, desde la asociación Agalbit advierten de que no es recomendable “fiarse de terceras personas. Lo que importa es tomar tus propias decisiones, en función de tus conocimientos y estudio. Cuesta un poco más, porque requiere tiempo y esfuerzo, pero es mucho mejor estar informado”. Por ello, el mundo de las criptomonedas no es para especuladores, debido a que “miles de personas piensan así y se meten en este mundo para especular. No ven más allá de sus propiedades, porque la gente se acerca a ello por una cuestión de dinero”.

Lo volátil del precio de las criptomonedas, marcado por la oferta y la demanda, es el mayor reclamo para la inversión, que muchos “se ven atraídos por el precio” pero lo ideal es “pensar en ello a largo plazo. Hay inversores que sólo lo utiliza para especular a corto plazo y le va mal porque nadie tiene la certeza de lo que sucederá en el futuro”.

María Extremadouro, abogada experta en criptomonedas del despacho Miño Abogados, recalca la idea de la formación antes de penetrar en un mundo desconocido: “Existen bastantes estafas de organizaciones criminales muy bien organizadas que, una vez han conseguido engañar a la víctima, es muy complicado recuperar ese dinero perdido”. Para ello, evitar dejarse llevar por “leyendas en Internet o anuncios donde aseguran dinero rápido. Hay que saber muy bien donde se mete uno y estar muy informado”. No obstante, ante la caída generalizada del valor del Bitcoin desde hace un año, las estafas “han decaído un poco y la gente está algo reticente a invertir, pero el ecosistema cripto sigue creciendo”.

Extremadouro apunta a la regulación por parte de la Unión Europea fijada para el primer semestre del 2023, aunque su aplicación “tardará en torno a 18 meses, es un indicativo de la importancia de esta ley”. Apunta a la tokenización como el futuro de la tecnología y destaca la inmediata presencia de las criptomonedas en todos los aspectos de la sociedad: “Están más presente de lo que la gente lo percibe”.

“La gente pierde dinero por el desconocimiento y su mal uso”

Óscar Hortas y Marcos Menéndez, abogados expertos en criptomonedas del despacho AD Conta, señalan la importancia de un buen uso de las criptomonedas para evitar pérdidas importantes de dinero: “La gente lo ha utilizado como inversión, creyendo que eso les iba a aportar una rentabilidad económica, y no aprovechan su uso como pago electrónico. Se pierde dinero por el desconocimiento y su mal uso”, apunta Hortas, que aconseja “asesorarse con buenos cursos; será mucho mejor que hacerlo uno mismo”.

La importancia de generar valor reside en “el control y seguimiento de tus activos. El producto no es fijo, se basa en el mercado internacional, muy similar a la bolsa” menos el Bitcoin, con 21 millones y sin posibilidad de aumentar su cantidad. La crisis derivó en muchos usuarios que “quisieron aguantar aunque desde abril se indicaba que iba a suceder un cambio a la baja, pero creyeron falsamente que la subida sería más fuerte”, perdiendo mucho valor. Señaló que “cada vez más empresas solicitan esta tecnología” que puede ser utilizada como sistema de pagos más eficaz e instantáneo.

Marcos Menéndez apunta que el desconocimiento de los inversores a la hora de tributar sus ganancias puede jugar malas pasadas con Hacienda: “Los que se dedican al minado de criptomonedas tienen que saber que es obligatorio dar de alta las actividades económicas que realiza, como puede pasar en los ingresos derivados de Youtube o Tik tok”. Para el año 2023, el impuesto a las transacciones de criptomonedas aumenta, siendo para cantidades menores de 6.000 euros un 19%, y para más de 300.000 euros, un 28%, tanto para “compra, venta o cambio”.