Ricardo Gómez: “Tocar el tema de eta crea nerviosismo, pero creo que no se puede callar la historia”

Escritor y músico

Ricardo Gómez, durante la presentación en Vigo.
Ricardo Gómez, durante la presentación en Vigo. | Jorge Santomé

Ricardo Gómez (Vigo, 1970) volvió a su ciudad natal con su último libro bajo el brazo, “Patria, la buena”, en el que cuenta la reacción de Ángel Martín, el hermano de un joven asesinado accidentalmente por el GAL que decide meterse en ETA para vengarse. Cuando tenía tres años emigró con sus padres a Euskadi, en donde creció en los años 80 y donde reside actualmente, “aunque nunca he renunciado a mis orígenes gallegos y al Celta”, apunta en declaraciones a Atlántico. Músico de Ciclos Iturgaiz, presenta su quinta publicación.

¿Cómo consigue meter en un mismo argumento a una banda terrorista y el concurso “Un, dos, tres”, presentado por Mayra Gómez Kemp?

No pretendo que sea un libro moral como “Patria”. Quise darle una vuelta con mucho humor negro. Todo comienza por un atentado del GAL en el que matan a un chico que no estaba metido en política, ni en nada. Su hermano quiere vengarlo y se mete en ETA. Por otra parte, su madre es muy seguidora del “Un, dos, tres” y después de escribir varias veces, la seleccionan. Se lo propone al hijo que ve una buena oportunidad para colaborar en la logística de la banda terrorista sin despertar sospechas. Siempre hay un lado chusco y ese es el “Un, dos, tres”.

Tiene mucho de humor negro.

Sí, es un estilo muy Álex de la Iglesia. Creo que salgo bien parado, hay humor negro, pero no me meto con las víctimas. El protagonista se da cuenta de que la venganza no lleva a nada y quiere salir, por otro lado, la policía ya lo tiene controlado. El concurso también le agobia, pero la banda quiere que siga y gane el apartamento de Torrevieja para montar un piso franco. No puede huir. Es una situación que podría haber pasado porque él no es un militante convencido, solo se metió por venganza y a las pocas semanas ya estaba arrepentido. Es una historia oscura, un poco gótica, muy nórdica, con escenarios donde siempre llueve mucho.

No parece un libro tan serio.

Es porque la editorial, Autsaider, está especializada en cómic y de vez en cuando publica alguna narrativa. Lo cierto es que choca un poco porque la portada parece de cómic. Pero sigo el estilo de Henning Mankell que escribió novela negra sueca. Me fascina, con ese ritmo lento y pausado.

¿Sigue siendo complicado hablar de ETA y del GAL?

Sí lo es. Yo vengo del mundo de la música y digo las cosas como son. No cargo una mochila por haber estado en entorno de ETA o de los militares, puedo hablar sin rodeos. El otro día me encontré con un conocido que había estado en la cárcel por colaborador y me dijo que le encantaría leer el libro, pero que no podía, que necesitaba pasar página y no volver a hablar del tema. No hago revisionismo, mezclo la ficción con la realidad de unos años muy complejos, está localizada en 1985. Tocar el tema de ETA crea nerviosismo, pero yo creo que no se puede callar la historia.

¿El terrorismo aún es un argumento político?

Hay mucha demagogia en todos los partidos, cuando les interesa los sacan. Por ejemplo, Bildu se manifestó contra las corridas de toros y el PNV les echó en cara tanta sensibilidad con los animales cuando en su día apoyaron a ETA. En general, la sociedad tira para delante sin olvidar el pasado. Pero hay cosas que sorprenden como que Felipe González quiera sentar cátedra cuando tiene una X en la cabeza. “¡Cállate! Sé consciente de lo que has hecho”. La situación cambió muchísimo. Algunos que estuvieron en la cárcel y que salen después de años, se preguntan ¿para qué?, ¿qué hemos conseguido con la lucha armada? Es una reflexión que me interesa mucho.

¿Cómo se tomó Fernando Aramburu el guiño a su novela “Patria”?

Es un vacile. Le doy mucha importancia a los títulos y a las portadas. Me gusta la novela negra, pero sus portadas parecen hechas por la IA. Buscaba algo provocador. Yo estudié en Hernani y la conozco, pensé que era un buen sitio para mis personajes. Entonces me di cuenta de que era la misma localización que “Patria”. Me levanté de la silla y dije “lo tengo”. Como estrategia comercial está muy bien. Creo que Aramburu está por encima de todo esto, se puede trolear. Si fuera Pérez Reverte seguro que decía algo, pero Aramburu se habrá reído.

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