Ribadavia gana nuevo vecindario

El Barrio de Ribadavia presenta un año después del inicio de la urbanización un aspecto muy mejorado, con calles que ya merecen tal nombre tras haberse eliminado poco a poco la sensación de ruina absoluta que presidió el entorno durante años, como señalan los vecinos. La Travesía Barrio de Ribadavia ya está rehabilitada por completo. En otra parte del ámbito están preparando una pared para realizar el mural que pintará un antiguo vecino del barrio: lindaba con su casa, derribada hace ya años. Hará referencia a elementos que caracterizan al barrio y es un homenaje a Sarai, trabajadora del 010 del Concello que ayudó a los vecinos durante mucho tiempo.

Todo ello en cuanto a la primera fase. La segunda parte de la rehabilitación comenzó a ejecutarse la semana pasada y ya está en marcha.

El resultado es que hay ya más de un centenar de vecinos viviendo, según los cálculos municipales, lo que significa haber puesto punto final a la desertización de la zona, como recordaba ayer una de las histórica residentes.

La Segunda Travesía del barrio es la más poblada, con 65 censados, y hay cuatro calles más: curiosamente la vía principal es la que hasta el momento menos ha notado la mejora. En todo caso, los vecinos de Ribadavia destacan que se ha restaurado alguna casa más, "y empiezan a animarse a vivir allí parejas jóvenes, no sólo se ha sumado algún propietario, también en alquiler", explican, lo que supone un cambio significativo.

Hace un año en el barrio celebraban la resurrección del entorno con el inicio de las obras. La Gerencia municipal de Urbanismo aprobó retomar el PERI IV-01 San Roque, más conocido como Barrio de Ribadavia, con una partida de 327.729,69 euros para la urbanización de sus calles, acabando con la imagen de ruina que asoló el entorno al vaciarse a causa de la crisis del "ladrillo", que anuló el proyecto inmobiliario que iba a transformar toda la zona entre Pizarro y Couto San Honorato. El crack de las promotoras dejó casas vacías y ocupadas.

La actuación más importante todavía en marcha consiste en la ordenación de sus cuatro calles con redes de abastecimiento, saneamiento y demás servicios, el pavimento y el alumbrado público, primer paso para que Ribadavia se convierta en un barrio moderno. La reforma incluye también la mejora de las escaleras de acceso desde Pizarro.

El presupuesto permitió e la pavimentación e instalación de todas las canalizaciones de telecomunicaciones, servicios y mobiliario urbano y jardinería. Una de las combativas vecinas de Ribadavia se mantenía en que la sensación era "de haber pasado ya lo peor". n