El resurgir de los bosques de O Viso

nnn Los montes de O Viso recuperan las frondosas de la mano de la campaña puesta en marcha por los comuneros de la parroquia. La mayor parte del arbolado sucumbió a las llamas en los gravísimos incendios que asolaron Galicia en el 2006, quemando 140 hectáreas, y hace dos años volvieron a ser pasto del fuego en un incendio que entró desde el vecino municipio de Soutomaior y que afectó a unas 80 hectáreas. El verano pasado hubo algunos conatos de incendio que no llegaron a prosperar gracias a que los comuneros organizaron guardias en el monte para protegerlo y evitar así nuevas tragedias medioambientales.

Este domingo la mancomunidad de montes organiza la segunda plantación de arbolado autóctono que tiene lugar este mes. La primera acción se llevó a cabo coincidiendo con el Día Internacional del árbol en el monte O Espiño, colaborando 42 voluntarios que plantaron 600 ejemplares de castaños, abedules, robles, rebolos, madroños y acebos. La zona de actuación fue A Nogueira y la intención era ampliar la carballeira que resistió al fuego en el 2016. De este modo intentan aumentar la franja de protección verde, dotando de mayor seguridad las zonas habitadas en caso de nuevos incendios. En la salida de mañana le tocará el turno al monte de A Peneda, donde se plantarán otros 300 árboles que además de enriquecer la diversidad de especies allí existente, realzarán el mirador y el entorno cultural del alto de la atalaya.

El objetivo de estas replantaciones es diversificar el monte y complementar zonas de carácter productor con otras áreas de tipo protector. "Ambas son y deben ser complementarias habida cuenta el máximo respeto al medio ambiente, considerando el beneficio social y toda vez que las actuaciones son económicamente viables, o sea, practicar una gestión forestal sostenible", apuntan desde la mancomunidad.

Estas actuaciones además de favorecer la diversidad tienen una importante labor didáctica "pues participan voluntarios de todas las edades, tanto mayores como pequeños. Además, ya que los últimos incendios que han afectado a nuestros montes no se originaron aquí, resulta fundamental establecer franjas verdes de frondosas autóctonas que funcionen como barreras naturales en caso de incendios. O sea, son una medida de protección de la ciudadanía", aseguran.

Uno de los mayores problemas a los que se enfrentan es la falta de recursos. Desde la mancomunidad de o Viso lanzan un apelo a todas las administraciones porque según dicen "los montes vecinales precisan de recursos para poder ponerlos en valor y recuperar las zonas más sensibles y relevantes medioambiental y culturalmente hablando. Las administraciones, tanto autonómica como local, deberían dar más apoyo a los propietarios forestales que se implican y se esfuerzan en mejorar su monte".

El área que abarca la mancomunidad incluye O Espiño, Outeiro Grande, A Peneda, A Gándara, A Lagüiña, Cabaleiro, A Loma y O Puntal suman aproximadamente unas 140 hectáreas. En estos montes existen todo tipo de especies forestales, tanto productivas (pino y eucalipto), que ayudan a obtener recursos para la gestión del monte, como protectoras: robles, castaños, encinas, abedules, acebos. "La idea es ir ampliando el número de frondosas con la ayuda de los recursos que proporciona la parte más productiva del monte", explican.

Además de la riqueza forestal, en estos montes se esconden algunos de los mejores miradores de la comarca, bosques autóctonos de gran belleza y hasta un tramo del Camino de Santiago. n