"La república de tiempos de César sería asimilable a la actual Rusia de Putin"

El valenciano Santiago Posteguilo (1967) es hoy el autor más leído en español, con 4 millones en ventas. Premio Planeta 2018 con “Yo, Julia”, sobre la decadencia de Roma. Ahora llega con “Roma soy yo”, el primer volumen de una obra de seis tomos con Cayo Julio César de protagonista. César equivale a emperador; el séptimo mes lleva su nombre e incluso el calendario es suyo. Sobre la relación de César con las Cíes, “no hay pruebas concluyentes que atestigüen su estancia, pero tampoco se puede negar”.

¿Por qué Roma?

Nos explica a nosotros mismos, de donde venimos, hablamos en español o gallego, una evolución del latín, nuestro derecho es evolución del romano… pero además con una novela como ésta puedo traer el Senado de Roma, sus debates, sus batallas, asedios, las legiones…

Parece el mundo de hoy sin televisión

Sí, pero muy espectacular para el novelista. Combinas en Roma interés histórico y espectacularidad novelística por eso me interesa tanto.

¿Por qué César?

Porque es uno de los top 5 de los grandes personajes de la Historia. En torno a César pivota la civilización romana y por extensión la occidental.

¿César, héroe o tirano? Incluso ahora hay quien le considera un genocida por la conquista de las Galias con un millón de muertos…

Esas cifras estaban exageradas por todos lados. César para mí fue un héroe, una persona que entre defender a la élite senatorial y al pueblo defendió al pueblo, que resolvía problemas de fronteras en el mundo romano que no se podían resolver como ahora, en la ONU o la convención de Ginebra. Ahí o repartías leña o te la daban a ti, el mundo estaba organizado así y desde el punto de vista militar Julio César era muy inteligente.

Acabó con la república, ¿era inevitable?

La república estaba corrompida, y tenemos que entender que eso que los romanos llamaban la Res Publica, la cosa pública, ya no era pública, era muy privada, había derivado en una oligarquía de unas pocas familias senatoriales. La tardo república romana sería asimilable a la Rusia de Putin. Contra eso se levanta César, si lo vemos así no es la visión del dictador que tenemos aquí.

Pero él se proclamó dictador, con poder absoluto y sin límite, como Sila. No, Sila lo que hace es durante unos años retirarse, pero seguir, como hizo Putin con Mendeleev, controlando el poder desde la sombra. Con César no podemos saber qué habría hecho porque lo asesinaron. La diferencia con los grandes dictadores de la Historia es que asesinaron a todos los que se les enfrentaron, pero César, en cambio, derrota a todos sus enemigos en la guerra civil y luego magnánimamente les perdona la vida a todos. Eso no es un dictador al uso. No digo que defienda su solución autocrática final, ni mucho menos, pero tampoco sabemos qué habría hecho, porque todos a los que perdonó le rodena en los idus de marzo del 44 y los asesinan.

¿Su muerte le elevó a mito? ¿Dijo lo de ‘tú también hijo mío’ o es una invención?

Las muertes cuando estás en el apogeo absoluto de tu poder no dan tiempo a que el mito se corrompa, eso engrandece su leyenda. Si le dijo o no a Bruto “tú también hijo mío”, no lo sabemos. Shakespeare en su obra “Julio César” recoge una convención que había en el Renacimiento de que César dijo esa frase.

Más mitos: ¿es cierto que Sila lo alabó como un Mario 100 veces?

Es algo que aparece en las fuentes clásicas, decía “muchos Marios”, que era el tío de César, el líder de la facción que defendía pueblo y siete veces cónsul, algo que nadie más había hecho en la República. Y es el primero que arma al pueblo. Sila veía en César a un personaje muy potente y peligroso porque defendía al pueblo

¿Se creía descendiente de Venus?

De hecho la familia de César jugaba a transmitir esa idea de que descendía de la Diosa Venus, de Eneas y su hijo Julo, de quien descendería según decían ellos, la familia Julia.

¿Qué hay de mito, como el Rubicón?

El Rubicón, cuando llegue a él, porque el primer libro va de su juventud, sus primeros 23 años de vida, es el gran momento en que César se tiene que defender a un dilema moral. Él ha tratado de cambiar un Estado oligárquico a un Estado más equitativo. César no se levanta contra esa república el primer día, antes lo intenta de otras formas. Cuando cruza el Rubicón decide que va a emplear los mismos métodos que sus enemigos. ¿Es eso moralmente aceptable? Es discutible, pero desde luego era el único método que tenía,

¿Es un hombre tratado en miles de libros, hasta personaje de Astérix, qué aporta que se desconozca?

Algo relativamente frecuente entre los patricios era darse a conocer ejerciendo la abogacía en los juicios, que eran públicos. César era abogado. En su primer juicio decide aparecer actuando de fiscal contra un senador corrupto. Podría haber optado por otro juicio más fácil, él elige uno muy difícil, contra un senador que tiene sicarios y asesinos a sueldo. Pero es ahí donde decide aparecer y en ese sentido es un juicio donde tenemos datos sobre el acusado, el tribunal, la sentencia y el fiscal, que era Julio César. El texto del juicio está perdido. Eso es lo que voy a aportar yo, con la documentación que me ha pasado un catedrático de Derecho Romano, que me ha explicado cómo estaría estructurado un juicio así, y yo con mi imaginación de novelista he puesto los diálogos.

¿Y hablando de juicio, cuál es el suyo sobre César?

En César hay mucho más de admirable que de cuestionable, habiendo de ambas cosas. No me pasaría doce años novelando a un personaje de quien considerara que no se puede aprender de él. Al contrario, creo que aún se puede aprender mucho de cosas muy interesantes que hizo César y propuso César.

En lo personal, ¿cómo lleva la popularidad y el éxito?

Procuro llevar la misma vida de siempre y reconvertir esa popularidad, que en efecto existe, en un estímulo para pensar que cuando me encierro en mi biblioteca a escribir no estoy solo, sino que hay bastantes personas que pueden esperar por esa novela.