Musulmanes de Vigo inician el Ramadán
El Centro Islámico de Vigo reúne cada día a más de 150 personas para realizar juntos el ‘Iftar’, o ruptura del ayuno
El pasado sábado comenzó el Ramadán para la comunidad musulmana. Un periodo de 40 días aproximados (cada año varía según el calendario islámico), que se alargará hasta el 30 de marzo y que es destinado fundamentalmente al ayuno, a la reflexión, a la oración y a la familiaridad. Los musulmanes en Vigo rondan los 4.000. Algunos se reúnen en el Centro Islámico de la ciudad para realizar el ‘Iftar’, o la ruptura del ayuno y compartir momentos con sus seres queridos y sus amistades.
Vanesa Cansino, portavoz del Centro Islámico de Vigo, apuntó que la finalidad principal en este mes el es autocontrol de los impulsos, algo que “nos diferencia de los animales” y que, por tanto, se evita la ingesta de comida y bebida, la práctica de relaciones sexuales y los malos pensamientos al prójimo mientras el sol esté presente. Pero, a diferencia de lo que la sociedad considera, “esto no va solo de dejar de comer o beber. Es más una introspección y una conexión con nuestro Dios. Existe un tema espiritual".
Para Cansino, mujer convertida a la religión musulmana ya siendo adulta, el Ramadán lo compara con el inicio de una práctica deportiva, donde se necesita esfuerzo, ser estricto y contar con una disciplina. “Normalmente empiezas poco a poco cuando eres joven pero, en mi caso, fue del tirón porque me lo propusieron desde mi círculo cercano”, apuntó. En sus primeros días, la falta de costumbre le costó a la portavoz del Centro Islámico “bastantes dolores de cabeza. Por norma general, la gente se encuentra más fatigada de lo normal”, aunque la convicción lo es todo para ‘limpiarse’ y renacer como persona para sacar una mejor versión de uno mismo: “Cuando consideras que haces algo que es bueno para ti, el esfuerzo es mínimo. Aceptas lo que tienes que hacer porque amas ese camino”.
Están exentos niños, ancianos, enfermos y embarazadas
Si bien el Ramadán es una práctica común a toda la comunidad musulmana, existen ciertas normas que rigen su realización. Sobre todo en lo relacionado al ayuno cuando se encuentra el Sol. Los niños están exentos de realizarlo, salvo que se encuentren en disposición de hacerlo. Normalmente, eso se da entre los 13-15 años, aunque los hay más precoces. Todo depende de su voluntad. “Comienzan poco a poco. Igual lo hacen durante un fin de semana, controlado por sus padres y se les ve supercontentos y convencidos”, señaló Cansino. Los ancianos dejan de realizarlo en cuanto sufren alguna patología para no poner en riesgo su vida y las mujeres embarazadas o que se encuentran dando el pecho a sus hijos también evitan realizarlo “a no ser que se encuentre bien y que el médico dé su visto bueno”.
Si se enferma, como puede ser el caso de un resfriado o una gripe, por norma general se rompe el ayuno para descansar y cuidarse. En ese caso, tras la recuperación, se realiza “una dotación económica o una acción caritativa” como gesto de buena voluntad por no poder realizar el ayuno por causas de fuerza mayor. Mismo modo que para las mujeres cuando sufren la menstruacción. Si existen fuertes dolores, también se está exenta: “En esos casos tienen que cuidarte, no hacer nada y recuperarte”.
Desde el Centro Islámico aseguraron que la ruptura del ayuno durante este mes se sufraga todo a través de las aportaciones propias, sin contar con ninguna ayuda de ámbito público. Además, este mes abren las puertas a quienes no comulguen con la religión musulmana pero “allí siempre tendrán su plato de comida”.
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