“Quiero poder transmitir el gusto por la música a través del piano”
Miguel Montes, alumno del Conservatorio Superior de Música de Vigo, ganó el primer premio ‘Mans Futuro’ que le da derecho a grabar un disco en los estudios Mans de A Coruña
El pianista Miguel Montes Cal es alumno del Conservatorio Superior de Música de Vigo y actualmente está cursando el máster de interpretación. Natural de Pontevedra y nieto de uno de los fundadores de la famosa orquesta Montes, la música corre por sus venas. Miguel se hizo el pasado viernes con uno de los galardones con más solera de Galicia a este nivel, el premio a la excelencia musical ‘Mans Futuro’, que cada año convoca la Consellería de Educación junto a los famosos estudios Mans, en A Coruña.
A este certamen se pueden presentar alumnos que terminaron el Grado en Enseñanzas Artísticas Superiores en la especialidad de Interpretación y que obtuvieron una nota de sobresaliente o matrícula de honor en el trabajo de fin de estudios y consiste en dos fases: en la primera los aspirantes deben enviar un vídeo de entre 15 y 25 minutos interpretando tres obras de tres estilos diferentes y de una dificultad acorde al nivel de las enseñanzas artísticas superiores; mientras que en la segunda, la final, los elegidos interpretarán en directo tres piezas –pueden ser las mismas– con las mismas restricciones ante un tribunal.
Miguel se presentó al concurso “porque todo lo que sea salir a tocar ante un público y rodar el programa con el que llevo años trabajando es una buena oportunidad y siempre es bienvenida”. Lo hizo en la primera fase con un movimiento de la séptima sonata de Beethoven, el tercer Scherzo de Chopin y el primer y tercer movimientos de la séptima sonata de Prokofiev y logró pasar el ‘corte’ junto a otros dos aspirantes. Curiosamente, ambos eran clarinetistas, dejándolo a él como el único pianista que llegó a la final.
Para competir en esta última fase, que se celebró el pasado viernes en el auditorio del Conservatorio Superior de A Coruña, Montes cambió la pieza de Beethoven por el Preludio y fuga número 21 en Si bemol mayor del “Clave bien temperado” de Bach. Tras la deliberación del jurado, decidieron otorgarle el primer premio y, con ello, el derecho a grabar un disco de hasta 45 minutos con dos acompañantes como máximo, así como un vídeo en falso directo de hasta 3 minutos.
Para Miguel fue una experiencia “muy bonita”, desde la organización del evanto hasta las propias instalaciones: “El piano en el que tuvimos que tocar nuestro repertorio era un gran piano de muy buena calidad y el auditorio del Conservatorio está genial, me sentí cómodo desde el principio”, señala. Además, alumnos y docentes llenaron la sala para escuchar a los tres finalistas.
“Cuando tocamos, lo que se ve en el escenario es la punta del iceberg. Mostramos todo ese trabajo que tenemos detrás, las horas estudiando y practicando y es muy bonito poder enseñarlo”, apunta este joven pianista, que ya tiene una idea de qué es lo que quiere grabar: “Buena parte lo quiero dedicar al programa de máster que estoy cursando ahora mismo, pero también quiero hacer un guiño a mi abuelo, que fundó la orquesta Montes”, indica. Su sueño es dedicarse a la docencia: “Quiero dedicarme a la música profesionalmente y una de mis grandes pasiones es poder transmitir el gusto por la música a través del piano”, confiesa.
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