El punto violeta de Vigo atendió a 8.000 personas, el 25% hombres
Contra la violencia de género
Este servicio de atención y prevención contra la violencia de género estuvo presente en diez de los conciertos de Castrelos, el de Vetusta Morla y Xoel López registró la mayor actividad
El punto violeta, gestionado el Servizo de Igualdade del Concello, atendió a cerca de 8.000 personas durante los eventos masivos en los que estuvo presente a lo largo del verano. Este servicio de atención y prevención contra la violencia de género incluye asesoramiento especializado y la activación de protocolos de apoyo para víctimas. Atiende en su mayoría a mujeres, pero también recibió un 25% de hombres entre las personas que se acercaron para solicitar información.
El punto violeta estuvo operativo en diez de los conciertos celebrados en Castrelos durante los últimos meses, acumulando un total de 53 horas y 15 minutos de actividad. Su presencia fue parte de una iniciativa más amplia para sensibilizar y prevenir la violencia de género, con un enfoque particular en la violencia sexual en contextos de ocio. En estos eventos, el punto violeta ofreció información sobre recursos de apoyo, resolvió dudas y repartió material informativo y de concienciación.
Entre los asistentes, se contabilizaron 1.939 hombres y 5.997 mujeres, destacando la participación de público diverso, incluyendo adolescentes, familias y turistas. En concreto, la mayor actividad se registró en la actuación de Xoel López y Vetusta Morla por encima de otros como el de Melendi o el de Aitana, con 1.175 personas atendidas, 827 mujeres y 348 hombres.
Además de la atención brindada, se distribuyeron 2.500 pulseras contra la violencia de género, 4.845 miniguías sobre un ocio libre de violencia machista, 4.495 pegatinas y otros materiales educativos en esta materia facilitados por el Concello.
La evaluación final del programa realizada por el Servizo de Igualdade indica una recepción positiva, con un aumento en la familiaridad del público con el punto violeta y su labor. Este espacio también funcionó como punto de encuentro seguro para asistentes jóvenes y sus familias, como parte de su rol en la prevención y atención de la violencia de género en eventos públicos.
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