Punta Borneira, la Costa da Morte en la Ría con 120 naufragios

Ramón Patiño publicó con el Instituto de Estudios Vigueses su investigación sobre la trampa del litoral vigués

Ramón Patiño, durante la presentación de su libro sobre Punta Borneira.
Ramón Patiño, durante la presentación de su libro sobre Punta Borneira. | Dani Suárez

Punta Borneira es el primer saliente de los tres que tiene la costa de la Ría, junto a la Punta de A Guía y al estrecho de Rande. Es una zona transitada por las navegaciones, ya que limita la parte comercial de Vigo, dando también acceso a los puertos de Cangas, Bouzas y Teis. “Es una zona peligrosa, donde hay documentados 120 naufragios porque las rocas bajo el agua se prolonga 600 metros”, afirma Ramón Patiño, historiador y miembro del Instituto de Estudios Vigueses, que ayer presentó su investigación sobre esta trampa natural de la Ría.

“En 1909 se instaló un faro, diseñado por Eduardo Cabello quien más tarde construiría el puerto de Vigo, pero no acabó con el problema porque el farero tenía que ir en barca de remos a prender la luz y cuando había temporal no lo hacía, así se registraron dos accidentes importantes ya en pleno siglo XX”. Así, Patiño, en su publicación “Punta Borneira. Peligro, naufragios y encallamientos”, recuerda el caso del vapor ‘Southern Cross’, que se hundió en 1910 lleno de barriles de cal. “Con los años la madera se pudrió y la cal se endureció, permaneciendo en el fondo, esa zona es conocida por los submarinistas deportivos como la zona de los barriles de cal. Es un punto de la Ría en la que aún se conservan muchos tesoros como cañones de la fragata francesa de vela ‘Le Herminie’, hundido en el siglo XVII”.

Se perdieron muchas vidas, ya que el 50% de los barcos se quedaron allí. El resto, tal y como indica el historiador, “consiguió llegar a Cangas, tapar el agujero para llegar a Vigo y repararlo”. Aunque la Ría es tradicionalmente un lugar de refugio, entrar en ella sin conocerla puede implicar un gran riesgo. Patiño, también navegante, explica que, además de los salientes, por la bocana sur entran el viento con mucha fuerza, “tanta que puede empujar a una embarcación a las rocas”. Con todo, también hubo pesqueros, que pese a estar acostumbrados a la Ría, cayeron en la trampa de Punta Borneira como el “Jesusa”.

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