El Puerto de Vigo afronta un colapso por el alza de los contenedores
Puerto de Vigo
La terminal de Guixar ha crecido como nunca y se producen problemas y retrasos. La Autoridad Portuaria amplía el horario de servicio para evitar la congestión
El incremento en la importación de fruta y la exportación de piezas de Stellantis a Argelia vía contenedor, además de las consecuencias de la situación en Palestina y Ucrania y el aumento de flujos de la carga relacionada con el sector del automóvil, han impulsado un fuerte incremento cercano al 40 por ciento del tráfico de contenedores en el Puerto de Vigo, que se acerca a los 300.000 depósitos a finales de año, lo que se considera el límite con las actuales instalaciones.
Un enorme éxito en cuanto al incremento de los tráficos marítimos, que se ha visto intensificado también por el desvío de contenedores reefer (refrigerados, con alimentos) que no pueden ser gestionados en Valencia que se ha convertido en una amenaza real de colapso.
Todo ello, ha derivado en una compleja situación logística de la terminal de contenedores, según reconoce la Autoridad Portuaria (APV), que ha recibido quejas directas de los transportistas, obligados a estar varias horas en espera en Guixar, lo que supone pérdidas que reclaman que se les compensen.
El Puerto destaca que se han incrementado los medios humanos (incorporación de un 50% de la plantilla en el Centro Portuario de Empleo) e invertido 15 millones de euros en nuevos medios materiales, como una nueva grúa super-post-panamax por Termavi, seis reach-steackers (un vehículo específico para apilar contenedores), cuatro de ellos en funcionamiento y dos más que se incorporarán en diciembre, además de dos nuevas transtainers, cuya incorporación está prevista en 2025. Guixar sigue funcionando pero todas las partes asumen que hay problemas por falta de espacio en la plataforma de Guixar.
Acuerdos para reducir la saturación de Guixar
Con todo, tras reuniones con todos los sectores implicados se alcanzaron seis acuerdos para tratar de evitar o reducir la saturación de Guixar. En primer lugar, la ampliación del horario de apertura de la terminal, que será desde las 6.00 hasta las 21 horas. En segundo, negociar la mejora de los rendimientos durante toda la jornada, reduciendo el impacto que sobre la actividad de entrega y recepción, tienen las paradas puntuales de actividad de los estibadores portuarios a media mañana y medio día.
Además, crear un canal de comunicación directo con los transportistas, agentes de aduanas, transitarios, asociaciones de usuarios y clientes finales, con mensajes más ágiles, concretos y directos. Por último, la APV realizará un mayor control de la zona para evitar la congestión de la salida, agilizará las inspecciones de escáner de contenedores y su posterior levante y se compromete a priorizar los contenedores que necesitan inspección para salida de la terminal inminente.
Fuentes de la Autoridad Portuaria destacaron que se han mantenido en los últimos días diversas reuniones de trabajo con toda clase de usuarios de la terminal con el objetivo de buscar de forma conjunta medidas que aporten soluciones que alivien esta situación extraordinaria.
En los encuentros celebrados los pasados 15 y 18 de noviembre, y en las que participaron representantes de las principales asociaciones de transportistas (Asetranspo -Asociación Provincial de Empresarios de Transportes de Mercancías de Pontevedra-, Apetamcor -Asociación de Transporte de Mercancías por Carretera de Galicia- y ATC), la Federación de Usuarios del Puerto, así como algunas asociaciones de usuarios como ARVI, Conxemar o Anfaco, la Asociación de Transitarios, el Colegio de Aduanas, el Puesto de Control Fronterizo, terminalistas y la propia APV, se insistió en la necesidad de buscar fórmulas y medidas concretas que contrarresten los problemas de eficiencia y eviten que la situación se cronifique.
El mejor año y la Plisan
Vigo pasa por su mejor año en tráfico portuario, con la expectativa de alcanzar en torno a 5,5 millones de toneladas, la mejor marca de su historia gracias al incremento de los contenedores y la mercancía general, las cargas que generan valor añadido. El problema es que el espacio continúa siendo el mismo, muy reducido.
La solución que ha planteado el Puerto pasa por reorganizar zonas y ganar algunos miles de metros, a la espera de que esté terminada la línea ferroviaria entre Guixar y el Puerto Seco (la Plisan). En esta plataforma estará operativa una terminal “seca” para almacenar contenedores vacíos, lo que liberará espacio.
Con todo, ayer había preocupación por temor a “morir de éxito” con el incremento de los tráficos por encima de las previsiones. Para 2025 se espera mantener el nivel con mínimo crecimiento.
Transportistas, dispuestos a paralizar la terminal
En la terminal bajo concesión de Termavi se han puesto medios, entre ellos una nueva grúa, pero resulta insuficiente y la saturación puntual es un hecho que afecta directamente a los transportistas, obligados a realizar jornadas de varias horas esperando turno. Así lo señalan desde la agrupación Mesa de los Transportistas de Contenedores del puerto de Vigo, que aseguran contar con asociados que suman hasta 200 camiones. Dicha entidad alertó que de no reconducirse en el corto plazo podría obligar a cesar en la prestación de servicios. Reclaman que el Puerto de Vigo asuma las pérdidas, siguiendo el modelo que acaba de aprobarse en el Puerto de Barcelona, donde se plantea algún tipo de compensación.
Su portavoz, Camilo González, mantiene que todas las empresas que están prestando el servicio de transporte de contenedores en los muelles de Vigo lo están haciendo en la actualidad en un escenario a pérdidas.
Explica que la razón principal deriva de los “elevadísimos tiempos” de espera para cargar, “que en muchos casos superan las cuatro horas desde que el vehículo accede al recinto portuario", acumulándose en la entrada a la terminal de carga una importante cola de camiones, "a consecuencia -sostiene- de los insuficientes medios para cargar, con constantes interrupciones de la actividad, lo que adicionalmente deriva en colapso en el puerto”.
Esas largas esperas tienen como consecuencia directa la realización de un menor número de servicios diarios por cada vehículo, de modo que, según apunta Camilo González, “el servicio de transporte de contenedores deja de ser mínimamente rentable y los transportistas prestadores del servicio caen en trabajo a pérdidas, al ser incapaces de cobrar a sus respectivos clientes los importes mínimos legales del coste de los tiempos de paralización, que en la práctica supondría triplicar en la mayor parte de los servicios el precio”.
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