Puentes “como telas de araña” para evitar que colapsen

Universidad

Belén Rivero, de la UVigo, publica en la revista "Nature" un estudio sobre cómo estas estructuras sobreviven catástrofes

La investigadora de la UVigo Begoña Vilas (1ª izquierda) comenzó en 2021 con un estudio sobre puentes.
La investigadora de la UVigo Begoña Vilas (1ª izquierda) comenzó en 2021 con un estudio sobre puentes.

Un equipo de la Universidad de Vigo y la Universitat Politècnica de València (UPV) acaba de publicar en la revista “Nature” –una de las publicaciones científicas más prestigiosas del mundo– los resultados de un estudio en el que descubrieron por qué los puentes –en concreto, los elaborados con celosía de acero– no se derrumban cuando se ven afectados por un evento catastrófico, como por ejemplo un terremoto o un fuerte impacto.

Una de las principales conclusiones a las que llegaron es que el comportamiento de estas estructuras guarda cierta similitud con las telas de araña, demostrando así que, al igual que estas se adaptan y siguen atrapando presas después de sufrir daños, los puentes de acero son capaces de resistir este tipo de eventos sin colapsar.

El punto de partida de este trabajo son dos becas Leonardo otorgadas por la Fundación BBVA a Belén Riveiro, investigadora de la UVigo, en 2021; y a José M. Adam, de la UPV, en 2017. La primera de ellas se centró en la evaluación de puentes ya existentes y la segunda en el estudio de los mecanismos resistentes de edificios ante fallos locales.

A lo largo de su trabajo, el equipo de investigadores de la UVigo y la UPV descubrieron y caracterizaron los mecanismos secundarios que permiten a los puentes elaborados con celosías de acero ser más resistentes, ya que desarrollan una resistencia latente, y no colapsar. “Gracias a eso somos capaces de entender cómo pueden seguir soportando cargas después del fallo inicial de algún elemento”, añade Carlos Lázaro, investigador principal del subproyecto de Pont3 de la UPV.

Así, el objetivo no es sólo entender por qué estas infraestructuras resisten impactos que provocan fallos, sino también aportar nuevas claves para el disño de puentes más seguros y resilientes ante eventos extremos y contribuir a mejorar las estrategias de monitorización, evaluación y refuerzo de puentes ya existentes, ya que la mayor parte de puentes de celosía de acero construidos en España datan de finales del siglo XIX y principios del XX.

“Ante eventos naturales cada vez más intensos e impredecibles y los cambios ambientales que están acelerando el deterioro de los puentes, es fundamental garantizar que estas estructuras no colapsen ante un fallo local y en este sentido fue en el que avanzamos en nuestro estudio”, añade Belén Riveiro, investigadora del Cintecx de la UVigo y responsable del subproyecto de Pont3 en la institución viguesa.

Por su parte, su compañero José M. Adam destaca que “demostramos que, de la misma manera que las telas de araña son capaces de adaptarse y seguir atrapando presas tras sufrir daños, los puentes de acero dañados aún pueden resistir cargas incluso mayores a las que soportan en condiciones normales de uso sin derrumbarse”.

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