La lucha de un vigués: "Pude ir en barco por Venecia, pero no a las islas Cíes"

La distancia entre los barcos que llegan a las Cíes y realizan el transporte de Ría y los apeaderos no supera los veinte centímetros y los viajantes apenas tienen que dar un paso un poco más largo de lo normal para salvarla, pero para una persona con problemas de movilidad que utiliza silla de ruedas es un obstáculo insalvable.

Así lo atestigua Alejandro, un vigués que quiso hacer un viaje a las islas, pero por su condición –se mueve en silla de ruedas eléctrica– le resulta imposible debido a esta circunstancia.

Consultando con las navieras que realizan estos viajes periódicamente, confirman que cumplen con la normativa vigente en materia de accesibilidad a bordo, es decir, una pasarela tratada con material antideslizante que asegure continuidad desde el muelle hasta la cubierta del barco. “El problema”, explican, “se encuentra a la hora de realizar el desembarque en la silla eléctrica debido a las infraestructuras actuales en Cíes”. Sin embargo, y pese a estas afirmaciones, este vigués asegura que "no he podido pasar del embarque en Vigo y allí lo único que me ofrecían era cogerme en peso para entrar en el barco, algo que resulta imposible y muy peligroso".

“Me estoy peleando con la empresa y otras entidades a ver si alguien hace un esfuerzo en este tema”, apunta Alejandro en, pues desde finales del pasado año se lleva poniendo en contacto tanto con la naviera como con la delegación de la Xunta, Portos de Galicia e incluso con la Consellería de Mar, y todavía no le ha quedado claro qué es lo que falla para que personas que se muevan en silla de ruedas como él no puedan viajar al archipiélago ni utilizar el transporte de Ría. Según las quejas presentadas por Alejandro y las respuestas a las mismas, a las que ha tenido acceso este periódico, las navieras apuntan hacia un déficit de las infraestructuras portuarias, mientras que Portos de Galicia y la Xunta, tras meses de reclamaciones, han accedido a pedir un informe a la Consellería de Mar para incoar diligencias de cara a mejorar los muelles en los que atracan estos barcos. De momento, ninguna solución ni ninguna responsabilidad.

A este vigués le apena la situación porque “pude hacer en Venecia un viaje en un barco pequeñito por los canales entrando y saliendo sin problema con la silla”, por lo que no se explica que un muelle tan grande como el de Rodas no permita colocar una pasarela para que la utilicen las personas con movilidad reducida. Así, continúa esperando una respuesta clara sobre quién tiene la responsabilidad.