El público muestra su pasión por la literatura en la Feria del Libro

Largas colas en la tarde de ayer, en la Alameda de Vigo, para conseguir una dedicatoria de la escritora María Oruña

A escasos minutos del inicio de la firma de María Oruña, la cola de lectores que querían conseguir su dedicatoria llegaba al final de la Alameda.
A escasos minutos del inicio de la firma de María Oruña, la cola de lectores que querían conseguir su dedicatoria llegaba al final de la Alameda. | J. Santomé

La pasión por los libros de los vigueses quedó demostrada ayer en la segunda jornada de la Feria del Libro. Durante toda la tarde, la Alameda fue un hervidero de gente que se acercaba a curiosear los ejemplares disponibles en las 21 casetas, 4 más que el año pasado, para buscar alguna joya oculta o un libro pendiente para leer.

Sin embargo, el momento cumbre de ayer fue la firma de libros de la escritora María Oruña, que acudió a la cita para dedicar a sus lectores ejemplares de su última novela “El albatros negro”, ambientada en la ciudad. Cientos de vigueses hicieron cola durante los minutos previos al encuentro, llegando incluso al final de la Alameda, para conseguir que la autora dejase una nueva huella en sus ejemplares.

Desde la organización de la Feria del Libro son conscientes de la buena salud que gozan los libros en la ciudad. Xurxo Patiño, de Librouro y miembro de la Federación de Librarías de Galicia, asegura que “con la pandemia hubo, en muchas redes sociales, contenido de creación y lectura. Eso ha favorecido que se haya desarrollado una masa lectora de edad joven muy alta, como nunca hubo en la historia. Se dice que los chavales no leen, pero son probablemente los mayores lectores en estos momentos”.

Además, Patiño puso el foco sobre la “idoneidad” de la Alameda para acoger este evento, no solo por sus condiciones técnicas (como ser un espacio llano y con sombra para los días más calurosos), sino por ser uno de los enclaves más queridos por la vecindad. “La Alameda tiene su encanto. Creo que hay una asociación mental, de toda la vida, de la Alameda y la Plaza de Compostela, con los libros, la cultura y con el paseo tranquilo, que además es un poquito más fresco, sobre todo con estas maravillosas olas de calor que tenemos ahora. Hay una especie de comunión entre el público y los libreros donde estamos todos de acuerdo en que reúne todas las condiciones para la Feria del Libro”, afirma.

El éxito y dinamización de la cultura lectora en la ciudad también ha favorecido al aumento del número de casetas y Patiño explica que, especialmente, las dedicadas a librerías. “Este año hay menos editoriales y más librerías, que siempre ofrecen más variedad al lector”, detalla el librero.

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