Protesta de los 'indignados del corralito' en Ponteareas

El colectivo -que cada día crece más- constituido en plataforma, se siente 'estafado' por la entidad bancaria en la que depositaron su confianza y sus ahorros de toda la vida. Mayores, jóvenes, viudas en situaciones difíciles, todos se sienten 'atrapados' en lo que ya popularmente denominan 'corralito' a la gallega.

Hay casos sangrantes como el de Manuel Portas que a sus 93 años se ve en la calle, sin dinero y solo, a causa de lo que -sin tapujos- dice que fue 'un engaño' de la sucursal de la caja de ahorros con la que trabajaba.

A este vecino de Fornelos da Ribeira (Salvaterra), le convencieron para que traspasase los ahorros 'de toda una vida', de su libreta (en la que rendían muy poco los intereses), a un 'chollo del que me aseguraron era como una cuenta corriente con el dinero a disposición cuando lo necesitase', comentaba ayer a este diario. Cuenta Manuel que pidió que le pusieran todo a su nombre y al de mi hijo (por si le pasaba algo), 'pero no me hicieron caso y ahora no tengo donde echar mano, estoy solo en casa a mis 93 años y dispongo de una pensión mínima'.

El colmo de la historia de este afectado, es que en la entidad bancaria, le 'tomaron el pelo' y le dijeron que no se preocupase 'que en el 2019 tendría mi dinero', asegura '¡Con 93 años que tengo, a saber dónde estaré en el 2019!', dice Manuel Portas con sorna pero también con mucha tristeza.

Matilde, de Ponteareas, hace poco que enviudó y con un hijo todavía estudiando comenta que está 'muy afectada', porque sus posibilidades económicas son difíciles. La única respuesta que recibe es que 'hay que esperar, y las gatantías que me dieron es que el dinero nunca se pierde; me hablaron de un comprador y aquí estoy, esperando...'

Rocío, de Salvaterra, defiende el dinero de sus padres que en 2008 confiaron 'y se creyeron lo que les vendieron como plazo fijo a un interés del 3% de rentabilidad' y al final resultó que eran participaciones preferentes y obligaciones. Hace un mes que el matrimonio quiso recuperar su dinero y les dijeron 'que no'. Rocío comenta que tuvieron que luchar mucho para conseguir 'el contrato del dinero depositado que nos negaron reiteradamente porque no aparecía por ningún sitio'.