Un profesor japonés coteja en Vigo las dos monarquías
El profesor Yohei Mori compara con el experto Fernando Ramos la Casa Imperial nipona con la Corona española
El periodista y profesor jubilado Fernando Ramos, colaborador habitual de Atlántico, acaba de recibir la visita en Vigo del profesor Yohei Mori, de la Universidad de Seijo, en Japón, que está realizando un trabajo sobre la imagen de la Familia Imperial de su país, y quería compararla con la de otras monarquías. Al realizar la investigación dio con las publicaciones de Ramos. El enlace fue una empresa de comunicación internacional, ubicada en Barcelona, a cuyo frente se encuentra un matrimonio formado por un español y una comunicadora japonesa, Miyuki Taubota. Ellos le trasladaron el deseo del profesor japonés de entrevistarse Fernando Ramos. El profesor Mori vino exprofeso a España desde Tokio y la entrevista se llevó a cabo el 10 de marzo.
Miyuki Tabuota, que habla español perfectamente, pues estudió lengua y literatura española, hizo de traductora. Previamente, Ramos les facilitó el texto de sus dos libros sobre la Monarquía: “Libertad de Expresión y daños a la Corona” (salido de su Tesis Doctoral en Derecho) y el más reciente de “Juan Carlos I, el Faruk español”, que tradujo eficientemente. Además, el profesor Mori y disponía de una serie de artículos sobre la materia que están publicados en diversas revistas científicas y universitarias.
El profesor Mori, con la ayuda de Miyuki, interrogó a Fernando Ramos por espacio de varias horas, al tiempo que grababa las respuestas, traducidas por su compatriota y tomaba nota con detalle. Al final, le obsequio un libro en japonés. Entras cosas, el profesor Mori explicó que la veneración que nosotros suponemos que sienten los japoneses por su emperador ha ido a menos y que sus mayores tampoco eran tan devotos de Hirohito, que fue responsable directo de decisiones que condujeron al Japón al desastre y no solo Tojo y otros militaristas. En ese sentido, los japoneses aprecian que los Estados Unidos no quisieron infringirles, aparte de la derrota rematada con las bombas atómicas, una humillación mayor y que, pese a sus responsabilidades, lo dejaron seguir simbólicamente al frente del Estado.
La parte central de la entrevista se centró en los sentimientos de los españoles con respecto a la princesa de Asturias, Leonor, como heredera del trono y el problema al que se enfrenta su país, donde una mujer no puede heredar la corona imperial, y dado que la persona que ocupa esa posición es mujer, y no saben cómo van a salir de esa complicación, por lo que el puesto de emperador puede llegar a un sobrino.
Aunque Ramos se refirió a los sentimientos republicanos de muchos españoles, aclaró que, en estos momentos, dadas las controversias en la política española, el Rey deviene en un factor de cierta estabilidad. Que tanto el PSOE como el PP eran partidos dinásticos, pese a que el primero se define republicano, y que estaba aparcada la “Ley de la Corona” que evitara que pudieran repetirse los apaños y trapacerías del mal llamado rey emérito, cosa que no existe, pues solo tiene el tratamiento de “honorífico”, sin función alguna. También explicó que Felipe se había adelantado con un “Código ético” para la Casa Real que evite las inmorales jugadas de su padre. Y también la diferencia entre la “Familia Real” y la “familia del rey”, o sea sus hermanas y el resto de las parentelas.
La conversación se centró en la Constitución y la sucesión al trono y la contradicción, con su propio texto sobre igualdad de sexos, en el sentido de que Felipe desplazara a su hermana mayor, siendo el hijo menor.
La conclusión es que, tanto aquí, como allá, la coronas reales o imperiales están rodeadas de múltiples ficciones de sí mismas, y con frecuencia forman parte de la imagen del país, como otros recursos comerciales y publicitarios. Una de las partes más interesantes se centró en las formas de saludo y su carácter simbólico y algunas situaciones críticas que se produjeron en ese sentido en Japón, en tanto en España no se deben confundir los gestos de cortesía con de sumisión, cuando el soberano es el pueblo español y no el rey.
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