Prisciliano, el martir de Valga

En la capilla Os Martores habría sido enterrado el célebre hereje galaico; otros sitúan la tumba en Compostela

La capilla de San Mamede, en el municipio pontevedrés de Valga, se levanta en el lugar denominado Os Martores.
La capilla de San Mamede, en el municipio pontevedrés de Valga, se levanta en el lugar denominado Os Martores.

Os Martores, en el municipio de Valga, vecino de Padrón, es un lugar donde se levanta una capilla románica construida sobre otra paleocristiana, rodeada de un cementerio suevo con restos de un templo anterior, dedicado a Mercurio. Todo ello sería suficiente para que el lugar resulte de interés, pero el plato fuerte es la creencia de que aquí es donde fue enterrado el obispo hereje Prisciliano. Hereje quizá sea un término excesivo, ya que en su tiempo, el siglo IV, la doctrina de la Iglesia estaba por fijar y proliferaban las interpretaciones, como los evangelios. De hecho, fue decapitado con algunos de sus seguidores en Tréveris (donde nació Marx) pero no por orden de la autoridad religiosa, sino de la civil imperial, siendo la primera vez que algo así ocurría. El Papa protestó y también varios prelados, pero nada pudieron hacer para salvarle la vida a Prisciliano, un hombre supuestamente nacido en algún lugar de la provincia hispana de Gallaecia y que llegó a ser obispo de Ávila. Prisciliano tenía algunas ideas propias sobre el cristianismo, pero nada que parezca especialmente herético salvo su decisión incomprensible de cambiar el pan y el vino en la eucaristía por leche y uvas. Su doctrina tenía algo de gnóstica y bien podría haberse asumido. Él mismo negaba la influencia del gnosticismo, que atacaba, pero quizá como defensa. Nada está claro, salvo que tras muchos roces con la autoridad religiosa y civil acabó muerto por decapitación. Hasta ahí la Historia contrastada. Y a partir de ese momento, la leyenda y el mito cruzado con Santiago Apóstol.

El lugar de Os Martores alude a hombres considerados santos allí enterrados. La publicación Petiscos Galegos señala que hay una larga tradición que mantiene que los cadáveres de Prisciliano y sus discípulos se trajeron desde Germanía para ser enterrados de forma secreta. Con el paso del tiempo se impuso la creencia de que eran auténticos santos sufridores y martirizados y no pecadores. En el entorno de la capilla hay varias tumbas antropomorfas del siglo IV y quién sabe…

El legado de Prisciliano está directamente vinculado con Santiago Apóstol, cuyo cuerpo habría llegado precisamente a unos pocos kilómetros, a Padrón, viajando en un arca de piedra, luego trasladado a Compostela. Hay quien asegura que en realidad Prisciliano fue llevado a Os Martores y de ahí a Compostela, donde habría sido enterrado y que el Camino de Santiago que atraviesa Francia desde Alemania es el que recorrieron sus seguidores para traerlo a Galicia. Ciertamente, tiene más lógica, pero nada es seguro. En 813 apareció el arca del Apóstol, Alfonso II el Casto lo validó y el papa León III dijo amén. Quien sí se pronunció a favor de Prisciliano de Valga fue el cardenal Guerra Campos, quien destacó que Os Martores era el único topónimo de estas características en toda Galicia.

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