El presunto pederasta de Vialia se escuda en que bebió alcohol

Prisión provisional, comunicada y sin fianza para el presunto agresor sexual de un menor en los baños de Vialia, según confirmaba ayer el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG). El hombre pasó ayer a disposición judicial, si bien prácticamente se acogió a su derecho a no declarar, al contestar a una sola pregunta de la jueza del juzgado número 2 de instrucción de Vigo, en funciones de guardia.

Así, según ha podido saber Atlántico, el detenido y ahora investigado aseguró haber consumido alcohol el día de los hechos. Este dato es clave, ya que puede resultar un atenuante a la hora de fijar la pena. No obstante, al haber transcurrido más de un día desde su detención, el equipo forense no podrá determinar si estaba ebrio en el momento en el que, se supone, se produjo dicha agresión.

Todo sucedió el jueves por la tarde, cuando un menor informó de la supuesta agresión en los baños de Vialia al personal de seguridad. Gracias a la descripción aportada por la víctima, los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado pudieron dar con el paradero del presunto pederasta. Cabe recordar que el Centro Comercial Vialia dispone de una oficina de la Policía Nacional al nivel de la calle Vía Norte.

Al parecer, el sospechoso, de entre 50 y 60 años, ya había sido visto en días anteriores merodeando los baños, donde el viernes, algunos usuarios y trabajadores aseguraban conocer que en los aseos eran utilizados para encuentros sexuales, como ocurría en la antigua estación y otros centros comerciales. El hombre ya fue condenado en 1999 por otra agresión sexual a un menor, confirman fuentes del TSXG.

Fragoselo

Esta detención por una agresión sexual a un menor sigue a la del pasado 1 de junio, cuando tres menores fueron detenidos por agredir sexualmente a una adolescente durante las fiestas de Fragoselo.

La denunciante, de 16 años, y los detenidos eran amigos o al menos conocidos. Ella había quedado con uno de ellos en una zona algo más apartada, pero después, tras la marcha de este, aparecieron los otros dos.

La joven dio aviso a la Policía muy poco después, denunciando que había sido forzada en contra de su voluntad a realizar determinados actos de carácter sexual y, gracias a los dispositivos de vigilancia previstos para las fiestas por parte de Comisaría, la intervención fue muy rápida.