La prehistoria del campus, a la vista

El campus de Vigo ‘esconde’ en uno de sus extremos una importante necrópolis neolítica. Se trata de la planicie de As Xunqueiras, donde ya se descubrieron un total de 4 túmulos megalíticos y se sospecha que puede haber uno más. Hace dos semanas se iniciaron, por parte del Grupo de Estudos de Arqueoloxía, Antigüidade e Territorio (GEAAT) de la UVigo, las primeras excavaciones arqueológicas realizadas en este conjunto gracias a un convenio entre el Vicerrectorado de Extensión Universitaria y la Consellería de Cultura. Con tal motivo, ayer los trabajos dirigidos por el arqueólogo Javier Chao Álvarez (director de la excavación) y Beatriz Comendador Rey (investigadora principal del proyecto) estaban abiertos al público para que la sociedad pudiera conocer de primera mano los seis milenios de historia enterrados en esta llanura.

La excavación se está llevando a cabo en el conjunto megalítico número 2 por una simple razón, como explica la investigadora principal: “Este monumento era el único que tenía losas de la cámara a la vista”. Con todo, esta primera intervención será “básica” con el objetivo de conocer las características constructivas tanto del túmulo como de la cámara, “de la que sabemos que está incompleta”, señala Beatriz Comendador. Como es habitual en estas construcciones neolíticas, fue saqueada “bien en busca de tesoros o bien para reutilizar las losas de la cámara”, matiza la profesora titular en Prehistoria de la UVigo, por lo que una parte de los trabajos se centran en discernir los sustratos de tierra originales de los aportados durante estas violaciones.

Hasta el momento, tras cerca de dos semanas de trabajo, los arqueólogos y los estudiantes del Máster Interuniversitario en Arqueología de la Facultad de Historia de Ourense que están trabajando en As Xunqueiras han desenterrado parte del anillo de piedra que rodea el túmulo mortuorio. “Es un elemento característico de estos monumentos en el noroeste peninsular que lo delimita y a la vez actúa como sostén de las tierras”, añade Comendador. Además, ya están empezando a asomar algunas de las losas de la cámara que permitirán definir en el futuro cómo estaba conformada, aunque por el momento saben que “era bastante grande y de forma poligonal”, según apunta la investigadora principal del proyecto.

Una vez logren alcanzar los cimientos de la estructura, los arqueólogos esperan encontrar algún tipo de pasillo o pozo de acceso a la cámara, aunque Comendador indica que “será más difícil identificarlo”, si es que lo había, ya que no siempre aparece en estos túmulos megalíticos.

Los trabajos se extenderán hasta el próximo 17 de septiembre, pero la intención del equipo es poder realizar más intervenciones en el futuro al abrigo del convenio entre UVigo y Xunta.