El pregonero de 'La Rosa', Rubén Blanco, regaló sus zapatillas

Mos se vistió ayer de gala para celebrar el día grande de A Festa da Rosa 2016. Una jornada en la que se entregaron los premios a las "mejores rosas mosenses" y a las exquisitas empanadas de "pan de millo", toda una tradición en este festejo del 13 de junio. El del mejor ramo de rosas se lo llevó Charo Rodríguez, de la parroquia de Dornelas. Y los dos correspondientes a las empanadas, a la mejor presentación y al mejor sabor, Mari Abella, de Petelos, y Conchi Campos, de Pereiras.

El acto más emotivo de la jornada lo protagonizó el flamante portero del Real Club Celta de Vigo, Rubén Blanco, nacido en la parroquia mosense de Guizán, que fue presentado por Bruxo Queiman y Andrea Pousa, quienes supieron tocarle la fibra sensible al joven pregonero exhibiendo las botas que estrenó en Valladolid con 17 años en un partido en el que realizó dos inolvidables "paradas" y contribuyó a que el Celta ganase el partido y evitase descender a segunda división. Unas botas, que Rubén tenía guardadas en su habitación como oro en paño, pero se emocionó tanto, que al acabar el acto no dudó en regalárselas a estos dos artistas.

Rubén Blanco, regaló sus "gloriosas" zapatillas.

Fue un pregón entrañable premiado con cariñosos aplausos de los numerosos asistentes que llenaban la carpa habilitada en la explanada del Concello, y entre los que se encontraba la alcaldesa, Nidia Arévalo presidiendo el acto junto a la concejala de Cultura, Sara Cebreiro, el conselleiro de Cultura, Román Rodríguez, las ministras, Ana Pastor y Fátima Báñez, el subdelegado del Gobierno en Pontevedra, Antonio Coello, alcaldes de municipios cercados como el de Baiona, Ángel Rodal o el de Crecente, Julio César García-Luengo, y varios ediles del grupo de gobierno municipal y miembros de la corporación mosense.