El precio de la vivienda en Oporto, aún más disparados que en Vigo
Vivienda
Pese a perder población, el peso turístico de la ciudad portuguesa sigue creciendo y también los precios de la vivienda, mucho más disparados que en Galicia
Oporto y Vigo son las dos principales ciudades de la Eurorregión y también las mayores en cada lado del Miño, con una población en torno a los 230.000 habitantes en la capital lusa. Comparten mucho y su interrelación va a más, pero las diferencias son enormes en cuanto a turismo y al sector inmobiliario, tanto en el número de viviendas disponibles para alquilar o vender como en los precios.
En Oporto hay mucha más oferta, pero el metro cuadrado está disparado en la comparativa con Vigo, lo que hace más difícil acceder a un piso. Además, en la urbe lusa hay un mayor número de viviendas turísticas (VUT) que en Vigo, casi diez veces más, por su potencia como destino de vacaciones.
Según los datos de un informe realizado por la Federación Gallega Inmobiliaria (Fegein), la oferta de arrendamiento en el circuito de comercialización en Vigo es en la actualidad de 410 viviendas con un precio medio de 10,50 euros. Eso se traduce en un pago mensual en torno a 850 euros. Caro, pero mucho menos que en la ciudad portuguesa, donde hay casi seis veces más pisos, un total de 2.300 en el circuito de alquiler, pero a un precio sensiblemente superior, 16 euros el metro, lo que supone unos 1.300 euros en el mercado al mes, un 50 por ciento más.
En cuanto a la compraventa en el circuito de comercialización de Vigo, a día de hoy habría 2.150 nuevas y usadas con un precio medio de 200 euros el metro cuadrado. Además, hay 36 promociones de obra nueva a 3.000 euros el metro cuadrado. En Oporto hay cuatro veces más: 9.000 viviendas disponibles para su compra a un precio medio de 3.500 euros metro cuadrado. En cuanto a las promociones de obra nueva, según Fegein, en Oporto hay 220, que salen con un precio medio de 3.800 euros metro cuadrado.
Por último, pero muy relevante por su impacto creciente, las viviendas vacacionales en Vigo son ya 1.920 en el circuito de comercialización, que afectan al mercado del alquiler convencional, reduciéndolo. Pero se trata de una cifra muy pequeña al lado de Oporto, donde en la actualidad habría 18.000 VUT, una cifra espectacular.
En estas condiciones, conseguir vivir en la ciudad de Oporto parece muy difícil y de ahí que buena parte de la población se haya movido a los ayuntamientos limítrofes (Gaia o Leixoes), conformando una conurbación de un millón de habitantes. Oporto no solo no suma vecindario, sino que ha perdido residentes a media que se ha convertido en un destino turístico preferente: en 1981 alcanzó casi 330.000 vecinos y en 2022, último censo, apenas superó los 230.000, un descenso brutal que se compensó con el crecimiento de su área metropolitana.
“Es muy difícil para una familia vivir en estas dos ciudades”
Por su parte, Benito Iglesias, presidente de Fegein, destaca que la renta disponible de las familias, a pesar de haber aumentado en los últimos años, se ha quedado muy por detrás de la variación de los precios de la vivienda nueva libre. “Soy un férreo defensor de la vivienda de protección oficial de VPA en propiedad en sus tres clasificaciones: régimen especial, régimen general, y régimen concertado, donde tres de cada cuatro unidades familiares en Galicia entran dentro de estas tipologías por sus ratios de ingresos”, explica.
Destaca Iglesias que el acceso a la vivienda en Oporto es cada vez más difícil -también en Vigo- sobre todo para las familias con salarios medios y bajos. “Detrás de esta dificultad está el preocupante aumento del precio de la vivienda en los últimos años, junto con la pérdida de poder adquisitivo”, precisa.
Considera que otro de los factores que contribuyen a la dificultad de acceso a la vivienda, tanto en Vigo, como en Oporto, es la insuficiente oferta por la concentración de la población en grandes áreas metropolitanas y la falta de una gestión equilibrada del suelo.
“El aumento de los precios y la falta de un mercado de alquiler eficiente tendrán, ya están teniendo, efectos negativos, como la reducción de la movilidad geográfica de los trabajadores, lo que podría afectar a la productividad y a la competitividad de las empresas”, señala el presidente de los inmobiliarios. Mantiene que un aumento de los precios que no esté justificado por los fundamentos económicos podría dar lugar al riesgo de caer en una burbuja inmobiliaria, “con los consabidos riesgos para la estabilidad financiera y la economía en general”.
El turismo, clave en las dos ciudades
La Federación Gallega Inmobiliaria señala en su informe sobre las dos ciudades que el turismo es clave, tanto en Oporto como en Vigo. “El turismo juega un papel importante en la economía de las dos principales ciudades del noroeste de la península”, señala. Y no es solo el dinero gastado en alojamiento turístico, sino también en múltiples negocios locales multisectoriales. Con todo, la patronal inmobiliaria gallega considera el impacto de la vivienda turística y las soluciones. En opinión de Fegein habría que dividir en dos la ciudad, un área sostenible, donde se pueden obtener nuevos registros de VUT, y otra, lo que se pueden denominar áreas restringidas, donde existe presión y no se podría obtener nuevas licencias de pisos de vacaciones, “pero nunca prohibiendo las ya existentes”, precisa.
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