El PP, un caladero del PSOE en Vigo
vigo
Todas las fuerzas lograron más votos en las europeas que en las municipales salvo Caballero, que se llevó 40.000 papeletas de votantes populares, de Marea o del BNG
El Partido Popular se ha quedado en Vigo a nivel local en poco más que piel y los huesos a base de trasladar sus votos al PSOE, tocando fondo este pasado domingo al bajar hasta apenas 20.400. En 2007, el PP alcanzó en las municipales 66.579 y 13 concejales con Corina Porro, que optaba a la reelección. Desde esa fecha, el declive ha sido imparable, dejándose por el camino 46.000 papeletas, casi las mismas que ha ganado el PSOE con Abel Caballero en tres de las últimas cuatro citas, las de 2011, 2015 y 2019, un trasvase que ha llevado al PSOE a unas cifras y porcentajes impensables en un país democrático y a la oposición a rozar el cero absoluto. Para completar la fiesta, Marea, que acaba de sumar a Podemos a su lado -lo que no había pasado en 2015- se ha demostrado también como un producto de escasa solidez. Los 16.000 votos de hace cuatro años se redujeron a 10.000, con otro traslado a Caballero, además de algunos votos que volvieron al nacionalismo del BNG, que así salió del sótano y vuelve a aparecer como una fuerza reconocible. Marea -con la marca Unidas Podemos- tuvo en abril unos resultados espectaculares, como segunda fuerza en la ciudad, pero el suyo es un voto volátil como pocos, y que parece no haber reconocido en Marea a Podemos.
Para completar la obra, pese a la caída de la participación con respecto a abril, 10 puntos menos, Caballero siguió ganando votos hasta superar los 100.000 (el 67%), una marca sideral. Conclusión: su legión de miles de convencidos fueron a votarle y muchos de los que no querían hacerlo prefirieron quedarse en casa, agravando el resultado final para la oposición y alimentando las cifras de escándalo para el alcalde, ahora mucho más.
Todo ello resulta mucho más llamativo si se compara con lo ocurrido el mismo día y en las mismas urnas con las elecciones europeas, con diferencias evidentes y trasvases todavía más visibles y en no pocos casos incomprensibles. Lo más llamativo es la diferencia entre el PSOE municipal y el PSOE europeo. Caballero logró casi 40.000 votos más que Borrell, que se quedó con 65.813 y el 44,4%. Es decir, 40.000 personas que votaron al PSOE no lo hicieron en la papeleta azul y se inclinaron por otras fuerzas. O al revés: votantes de PP, Marea o BNG a la Eurocámara apostaron por Abel Caballero para el Concello. Es probable que no haya un caso así en toda
España.
En el resto de fuerzas es justo lo contrario: el PP tuvo 5.000 votos más que en Elena Muñoz. Marea aún más escandaloso: casi 9.000 votos europeos no fueron refrendados en el nivel municipal. n
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