Porro decidiría los 4 concejales entre los 27 de la lista, que aceptan dimitir
vigo
A apenas unos días para iniciarse el nuevo mandato -el sábado 15- todavía no se sabe quiénes formarán la Corporación municipal, al menos por el PP. De los cuatro electos, uno, Elena Muñoz, ya anunció que tiraba la toalla y dejaba el puesto, pero eso no significa que la lista se mueva hasta el número cinco.
Este fin de semana, a la totalidad de miembros de la candidatura de Muñoz, los 27 y suplentes, se les presentó un documento para que firmaran que aceptarían dimitir para que sea la dirección la que decida quién serán los cuatro ediles. A día de ayer faltaban dos o tres como máximo que no habían sido localizados.
Según pudo conocer este diario, los primeros de la lista no pusieron ningún obstáculo y asumieron que sería la dirección gallega, y la presidenta -si Corina Porro asume el puesto, como se espera- la que tomaría la decisión sobre la composición del grupo municipal.
La firma formal de las dimisiones se inició el mismo sábado, tras el cese de Muñoz (fue la ya expresidenta la que lo anunció a sus compañeros), y continuó durante el domingo y ayer. A día de hoy, todos los miembros de la candidatura están en la misma situación, sin importar en teoría el orden en que fueron en la lista.
Todo apunta a no se van a hacer más experimentos y que por tanto los elegidos serán exconcejales con experiencia o personas conocidas por su gestión, por lo que salvo sorpresa todo se reduciría a cuatro o cinco nombres, como Montse Otero, Teresa Egerique, Michel Fidalgo y Diego Gago, además del conselleiro de Medio Rural, Xosé González, y Lete Lasa, director de Deportes de la Xunta y exsecretario de Estado. El número 2, José Ramón Santamaría, probablemente no tendrá oportunidad de debutar en la política local. Una vez seleccionado el cuarteto de concejales que tendrán la tarea de dar la cara en un pleno con mayoría apabullante del PSOE, tocará elegir al portavoz municipal, lo que tiene su relevancia por cuanto a menudo coincide con el candidato municipal, aunque no siempre. Teresa Egerique estaría bien posicionada aunque nada hay decidido, señalan en la dirección.
La elección de Corina Porro para dirigir el PP en la travesía del desierto se contempla con la idea de cerrar filas y poner fin a la sangría de votos con la vista puesta en las elecciones autonómicas del próximo año, donde Feijóo todavía no ha anunciado que se presentará a un cuarto mandato. El PP logró 20.000 papeletas en las municipales del 26 de mayo, frente a las más de 50.000 de las gallegas de 2016: el reto son los 30.000 votos a tratar de recuperar y eso pasaría por contar con un partido reunificado.
No es la primera vez que el PP hace algo similar como fórmula para salir de una situación de extrema urgencia: en el mandato de 2007 a 2011, la lista completa del Partido Popular de Santiago se movió para elegir como alcalde a Agustín Hernández, que iba cerrando la lista de forma simbólica. Ante una crisis absoluta en el Concello compostelano por la dimisión de dos alcaldes populares, también hubo una dimisión en masa de la lista. n
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