La Policía ‘asusta’ a los vecinos del centro en busca de ultras

SUCESOS

El amplio dispositivo puesto en marcha para hacer seguimiento a los aficionados radicales de Celta y Bolonia pilló por sorpresa a muchos pensando que había redadas

Imagen de los vehículos policiales aparcados junto a los clubs nocturnos de las calles Valencia y Barcelona.
Imagen de los vehículos policiales aparcados junto a los clubs nocturnos de las calles Valencia y Barcelona. | Atlántico

“Cuando llegaba a casa vi que había muchos vehículos policiales y de repente salieron decenas de agentes de la UIP, que entraban en los diferentes clubs nocturnos de las calles Barcelona y Valencia, parecía una redada”. Así cuenta un vecino de esta zona el despliegue policial que se llevó a cabo el miércoles por la noche, que pilló por sorpresa a los que en ese momento aún estaban en la calle –no eran más de las 22 horas– y que pensaron que había pasado algo serio.

Nada más lejos de la realidad, como confirman fuentes policiales a este periódico, se trataba de un dispositivo planificado y puesto en marcha para controlar y hacer seguimiento a los grupos de ‘ultras’ de Celta y Bolonia en el día anterior al partido de Liga Europa que enfrentó ayer a ambos equipos, con el objetivo de evitar cualquier tipo de conflicto que derive en peleas y/o daños patrimoniales.

Según apuntan estas mismas fuentes, cada vez que se espera la visita de un grupo de aficionados radicales que podrían entrar en conflicto con los del equipo vigués, se planifica y lleva a cabo un dispositivo policial similar. El objetivo no es otro que identificar a ‘ultras’ de uno y otro bando y comprobar que, durante su noche de disfrute, no se excedan ni ‘queden’ para enfrentarse físicamente. Esta misma operación se desplegó durante la última visita de un equipo europeo a Vigo, el choque entre Celta y Niza, que no fue declarado de alto riesgo y en el que llegaron a la ciudad hasta 300 aficionados franceses. Sin embargo, una vez finalizada, los ‘ultras’ del Niza, ayudados por otras peñas violentas de otros equipos españoles, provocaron disturbios distribuidos en pequeños grupos, en especial en la zona del Casco Vello –en este barrio se encuentran los colectivos celtistas más significados políitcamente–, donde los vecinos se quejaron de reyertas y peleas desde primera hora de la noche anterior al partido.

Sin embargo, después de dicho partido, como confirmó la propia Policía Nacional en un comunicado hace escasos días, fueron los aficionados del Celta, concretamente algunos afiliados a la peña “Tropas de Breogán”, los que se dedicaron a buscar activamente a los ‘ultras’ franceses hasta que los encontraron en una cafetería. La Policía Nacional detuvo a cinco de ellos por su supuesta participación en "varios incidentes violentos" como desórdenes públicos, además de causar lesiones leves a una persona y daños en un establecimiento de hostelería situado en el centro, valorados en más de 4.200 euros.

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