La pobreza se cronifica: 4.000 personas atendidas por Cáritas

Cáritas Diocesana busca en 2025 estar más presente en la vida de quien lo necesita. La organización suavizó el año pasado la creciente subida de sus atenciones y registró más de 4.000 personas acompañadas en 2024, una cifra similar a la contabilizada en 2023. Con ello se cronifica la pobreza: ni sube ni baja, pero no se erradica en el seno de la Diócesis Tui-Vigo, ámbito de actuación de Cáritas. La mayoría de estas atenciones se centran en tres grandes ramas: Primaria y salud, infantil y familia y área económica. Para ello destinó un total de 1.630.000 euros en programas en los que colaboran más de 450 voluntarios.

En el área de atención primaria y salud aportaron servicios de primera acogida y la atención social básica, con el pago de necesidades básicas como vivienda, alimentación, suministros, ropa, tasas administrativas o medicación, entre otros. Ya solo en la primera toma de contacto para información ayudaron a casi mil personas, destinando un total de 285.000 euros. Entre ellos, 131 personas que necesitaron apoyo psicológico de Cáritas. En el área de infantil e infancia, un total de 52 menores han sido beneficiados por la ayuda prestada por la organización diocesana. Destacó el programa Clara, que atendió a nueve familias a las que ofreció un recurso residencial dirigido a mujeres con cargas familiares. Asimismo, han prestado seguimiento a 29 familias con dificultades económicas.

En el área de economía, los esfuerzos de Cáritas se centraron en la inserción laboral, con itinerarios personalizados para realizar talleres formativos y orientación laboral, prestada a casi 400 personas. El programa Arraigo, que fomenta la integración social a través del trabajo y la consecución del permiso de residencia, es uno de los más valorados por la directiva. Dentro de él se encuentra el proyecto Economía que Transforma, con un equipo de 28 personas trabajadoras en las diferentes tiendas de segunda mano. Uno de ellos es Cristian. Llegó de Colombia hace seis años y comenzó aprendiendo moda gracias a Cáritas en su tienda de O Calvario. “Me propusieron quedar y la regularización fue cuestión de tiempo. Ahora estoy feliz, eso cambió mi vida”, indicó. Otro testimonio, como el de Nauri, mostró la ayuda que presta la organización. Natural de Venezuela, llegó a Vigo con su mujer y dos hijos, aunque el contar con la posibilidad de trabajar se demoró mucho para ellos. Tanto, que necesitaron el apoyo de Cáritas. “Estábamos muy preocupados, no teníamos a nadie aquí. Tocamos la puerta de Cáritas y nos ayudó con la alimentación”, señaló.

Alfonso Moreno sustituye en la presidencia a Gonzalo Dávila

Alfonso Moreno se erige como nuevo presidente de Cáritas Diocesana. Anterior secretario general, sustituye en el cargo a Gonzalo Dávila. La secretaria correrá a cargo de Inmaculada Tombilla, anteriormente coordinadora general de Cáritas. Nuevos nombres para también nuevos horizontes en este año, donde pretenden ampliar la acción y la mirada, impulsar la participación de las personas acompañadas y fortalecer los diferentes equipos de trabajo.

“Tenemos un lema de esperanza, de escucha y de apoyo”, señaló Moreno ayer en el acto de presentación de la memoria de actividades 2024. Indicó que la nueva dirección buscará, aún más, estar presente en el día a día de la gente necesitada porque “una iglesia que no escucha al pobre es una iglesia que deja de ser fiel al evangelio”. Tuvo palabras de agradecimiento para Dávila, la cara visible durante los últimos nueve años, así como a los trabajadores y voluntarios que desempeñan su labor desinteresadamente día a día. Inmaculada Tombilla, con una presencia más técnica durante este mandato de cuatro años prorrogables, desgranó las actividades donde estarán presentes en los próximos años, con una línea continuista a la marcada por Dávila, pero desarrollando nuevas fórmulas para intervenir en la vida de la gente. “Tenemos que creer en la tarea que estamos haciendo, es lo más importante”.

La nueva dirección obtuvo la bendición del obispo Antonio Valín, que puso en valor su actuación dentro del área de influencia de la Diócesis Tui-Vigo y que resaltó la sensibilidad no solo de ambos directivos, sino también de todo el grupo de trabajo. “Detrás de cada número, hay una historia. Muchos nombres concretos de hombres y mujeres”, señaló. Indicó que “es un gran regalo” gente con tanta convicción por ayudar al prójimo y consideró que Cáritas no debe conformarse con la ayuda que presta: “Tenemos que ir a más. Ese es el reto. Cáritas es el rostro amable y visible de la iglesia, la que la gente conoce y tenemos que cuidarla. Son historias personales y eso es sagrado”. Historias de superación y de lucha como las de Nauri y Cristian, gracias a Cáritas.