La playa artificial recibe un nuevo aporte de arena que suscita protestas
Los bañistas se quejaron ayer de la baja calidad que presenta la superficie de la cala
La playa del Mende, en Teis, la primera y de momento única artificial, acaba de recibir toneladas de arena para compensar la pérdida durante los últimos meses a causa de las fuertes mareas. Pese a ello, ayer mismo numerosos usuarios se quejaban de la baja calidad del aporte terroso, en su mayor parte compuesto por conchas aplastadas.
La playa del Mende recibió esta semana un camión cargado con una mezcla de arena y piedras prensadas, así como conchas, que permitió ampliar la extensión de la cala, la primera artificial del municipio. Pero al mismo tiempo, despertó fuertes críticas entre los usuarios de la playa, que ayer se acercaron en buen número a lo largo del día. Esto es un desastre, ni es arena ni es nada, parece tierra, señalaba a este diario ayer por la tarde una de las bañistas, quien advertía de que el arenal es prácticamente la única opción válida para la mayoría de vecinos de Teis. No vamos a pasarnos cuatro horas para ir y volver hasta Samil, pero así no podemos ni ir a la playa, explicaron los usuarios, visiblemente molestos.
Lo cierto es que la calidad del suelo ha empeorado notablemente en cuanto a su calidad, aunque a cambio hay una mayor superficie disponible para una cala que se construyó aprovechando la depuradora pero que periódicamente tiene que recibir arena para recuperar la que pierde por influjo de las mareas.
Teis dispone de cuatro arenales, todos ellos muy reducidos e insuficientes Teis, pese a disponer de una amplia franja costera, cuenta con muy poco espacio libre para el baño. Según el registro municipal, hay en la actualidad cuatro calas, insuficientes para la población del barrio por ser de muy reducido tamaño, salvo la del Mende, que es artificial. A su lado, se alinean los arenales de A Punta (al pie de A Guía), y las dos del entorno de A Manquiña, próximas a Vulcano. Además, hay otra playa, en muy mal estado, en A Lagoa, y otro más cerca de Chapela que en realidad sólo es utilizable con marea baja. Pese a ello, la mayoría tienen una amplia utilización, destacando sobre todas la de A Punta, que cuenta con bandera azul.
Esta cala, anexa a la antigua ETEA, también pierde arena, así que a los bañistas no les queda más remedio que colocarse sobre el paseo marítimo o las piedras. Además, sus accesos son poco adecuados y apenas hay espacio donde poder aparcar. Uno de los proyectos que maneja la Administración local desde hace al menos una década plantea ampliar A Punta aprovechando la apertura al público de la antigua instalación militar, lo que exige alargar el dique para que retenga la arena.
De momento, y hasta que haya una solución definitiva para la ETEA (futura Ciudad del Mar), la primera opción continúa pasando por el Mende, pese a la mala calidad de la arena y la presencia siempre inquietante de la depuradora de Teis, que a menudo recuerda su presencia con fuertes y desagradables olores.
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