Pite, donde antes decía ‘asesino’, ahora se rectificó por asesinado

La familia de Xosé Humberto Baena recibió la notificación en la que el Gobierno, por la Ley de Memoria, declara nulos e ilegítimos el tribunal y la sentencia que lo condenó a muerte. Pasaron 50 años de su fusilamiento, dos meses antes de la muerte de Franco

Publicado: 18 ago 2025 - 09:22 Actualizado: 18 ago 2025 - 12:18

Una de las últimas fotografías de Pite.
Una de las últimas fotografías de Pite.

Cincuenta años fueron necesarios para que hacer justicia con Xosé Humberto Baena Alonso, conocido familiarmente como Pite. Uno de los últimos cinco fusilados por el régimen franquista, dos meses antes de la muerte del dictador, murió a los 25 años manteniendo su inocencia ante su padre que buscaba un poco de alivio a su dolor: “Papá, no puedo darte consuelo. Yo no fui”.

Fernando y Mariflor, hermanos de Pite, Xosé Humberto Baena Alonso.
Fernando y Mariflor, hermanos de Pite, Xosé Humberto Baena Alonso.

El 8 de agosto Mariflor Baena recogió en Correos una carta certificada. Era la declaración de reconocimiento y reparación personal expedida por el Gobierno de España: “Tras el estudio de la solicitud, ha quedado acreditado que don José Humberto Francisco Baena Alonso padeció persecución por razones políticas e ideológicas durante la dictadura franquista”. Pero, sobre todo, lo que más la emocionó fue que declara “ilegal e ilegítimo” el tribunal que lo juzgó, e “ilegítima y nula” la condena dictada contra él. “La leí en el coche y al principio no podía dejar de llorar”, afirma. A comienzos de año presentó la solicitud en nombre de Pite, tal y como recoge la Ley de Memoria Histórica. “Ya había perdido las esperanzas, porque pedían el libro de familia para verificar que éramos hermanos, cuando ya tenían el DNI de los dos con los mismos apellidos y los mismos padres. Pensé que era una forma de darle largas”. Hace seis meses tuvo que volver a presentar más papeles. Todo para “limpiar su nombre. Él era inocente, no hizo lo que le acusaron y por fin, el Gobierno rectificó, donde antes decía asesino, ahora pone asesinado”.

Pite, a la derecha, con sus hermanos, Fernando y Mariflor.
Pite, a la derecha, con sus hermanos, Fernando y Mariflor.

Desde que se hizo público el reconocimiento, han sido muchas las reacciones y muchas las llamadas para felicitar a la familia, ya que es la respuesta a una reivindicación que comenzó el mismo año del fusilamiento, primero a cargo de su padre, Fernando Baena Fernández, y después a manos de su hermana. “Estoy feliz por haberlo conseguido, llegué a pensar que no lo vería, como le pasó a papá, hasta la dije a mi hija Paula que tendría que seguir ella con la lucha si yo moría sin lograrlo”, confiesa Mariflor. Con todo, esa alegría está empañada, ya que también es la constatación de los 50 años de vida que le robaron, “a él no le van a devolver la vida”. Lamenta asimismo que sus padres no puedan disfrutar de este momento.

La lucha comenzó en 1976, un año después de los fusilamientos, cuando el padre y el hermano de Pite solicitaron una revisión del caso con las pruebas aportadas por un detective y declaraciones de testigos. A los pocos días prendieron fuego a su casa y recibieron amenazas para que lo dejasen estar. Retomaron las acciones judiciales en 2002, con la representación de Doris Benegas. Primero ante el Tribunal Constitucional, se recusó porque no estaba vigente la Constitución, para seguir en Estrasburgo, no se consideró porque España no había firmado la declaración de Derechos Humanos; ante la ONU, que lo rechazó por ya haber sido llevado a Estrasburgo. Finalmente se incorporó a la querella argentina. En 2007, la primera Ley de Memoria Histórica reconoce la injusticia, pero no la ilegalidad. Tras reclamar, su revisión en 2020 incorpora a los fusilados en 1975 y el caso de Puig Antich, aprobando una nulidad que ahora se materializó.

Pite, de adolescente por el centro de Vigo.
Pite, de adolescente por el centro de Vigo.

La investigación periodística que prueba su inocencia

Con todo, el reconocimiento oficial del Gobierno no prueba la inocencia. Tampoco lo pudo hacer durante el juicio sumarísimo, ahora declarado nulo, que no aceptó ni testigos de la defensa, ni evidencias como que Pite no estaba en Madrid cuando sucedió el atentado que le atribuyeron. El periodista Roger Mateos buscó demostrarlo en el libro “El verano de los inocentes”, que saldrá a la luz el 3 de septiembre con Anagrama. En su investigación busca al verdadero responsable. “Quien haya sido, debiera asumirlo; los hechos ya prescribieron, pero es importante para limpiar el nombre de mi hermano”, apunta Mariflor Baena. Sigue la misma línea Gonzo en su programa de “Salvados” que prepara para septiembre. Baena sigue la lucha. Ahora su objetivo es aparezca en los libros de texto. “Los jóvenes no tienen ni idea de lo que pasó”. Así, a comienzo de curso participará en la sesión de Memoria del Instituto Santa Irene.

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