Pintura y poesía reviven el espíritu de “Baiona Horizonte Atlántico”

La obra de Din Matamoro y Carlos Oroza recuperan el espíritu de las convocatorias de Román Pereiro, en el que ambos eran habituales

Din Matamoro rememoró la experiencia de “Baiona Horizonte Atlántico” en Évame Oroza.
Din Matamoro rememoró la experiencia de “Baiona Horizonte Atlántico” en Évame Oroza. | Jorge Santomé

Hace 40 años que la finca “O Toutizal” de Román Pereiro en el Val Miñor acogió la primera convocatoria de “Baiona Horizonte Atlántico” y su espíritu se recuperó en la asociación “Évame Oroza”.

Uno de los habituales de los encuentros artísticos, Din Matamoro volvió a envolverse en esa atmósfera para acompañar en esta ocasión versos de Carlos Oroza, también invitado imprescindible de Pereiro. La exposición muestra la primera carpeta formada con obra de ambos artistas en una colaboración realizada ese primer año de encuentros.

Los diseños del artista se disponen por toda la sala expositiva del piso de abajo. Durante la inauguración se recitaron los versos de Oroza. Matamoro explicó, emocionado, lo que supuso esa comunión del arte. “En 1985 estuve en los talleres con Antonio Saura del que aprendí el gesto, la inmediatez, la fuerza y el dejarse llevar. Para mí, fue un antes y un después del lenguaje que estaba buscando”, afirmó. Recordó los buenos consejos que le dio el matrimonio Pereiro Lepina. “Me dieron la oportunidad de exponer en el primer happening”.

La pintura sensitiva de emociones se suma a la poesía declamada en una propuesta que rinde homenaje a una iniciativa del que es conocido como el incitivador del movimiento “Atlántica”, distinguido por ello con el Premio Laxeiro, otorgado en 2022 a todo este colectivo artístico.

En su momento, las exposiciones se integraban en la naturaleza de la finca de Pereiro y de su mujer Malena Lepina, hija del anticuario Abel Lepina. A cada inauguración le correspondía la lectura de textos poéticos de los invitados. Así, Carme Kruckenberg puso versos a la obra de Antón Goyanes o el multifacético Antón Reixa a creaciones de Laxeiro.

Se favorecía la concentración de creadores como Laxeiro, Menchu Lamas, Antón Lodeiro, Carlos Solveira, Antón Patiño, Antón Lamazares o Berta Cáccamo, quien precisamente compartiría especial protagonismo con Matamoro y Manuel Moldes en la cita de 1990, cuando llegaron tras ser premiados en la Bienal de Pontevedra.

Junto a los artistas plásticos, también desfilaron por Baiona escritores y poetas como Méndez Ferrín, Xosé María Álvarez Cáccamo y hasta el Premio Cervantes, Gonzalo Torrente Ballester. Asimismo se dejaban ver por “O Toutizal” representantes de otras disciplinas creativas: las diseñadoras María Mariño y María Moreira o el arquitecto José Bar Boo.

Los “Baiona Horizonte Atlántico” ejercían de punto de encuentro entre autores, marchantes y posibles compradores. Por allí pasaban empresarios, pero también especialistas en arte como Javier Buján, en aquel entonces responsable de la galería Abel Lepina o figuras de la vida social como Ana Míguez, de Alecrín. En total fueron ocho ediciones durante ocho años, de 1985 a 1992. Cada una de ellas quedó documentada en una carpeta, algunas de las cuales se pueden encontrar en colecciones privadas o en fondos de galería.

Muchos consideraron que sin la acción del matrimonio Román y Malena el movimiento Atlántica no habría sido posible, al igual que la promoción de los principales grupos de la Movida viguesa.

Desde ayer, hay en el Casco Vello un trocito de estas convocatorias artísticas que convirtieron Baiona en la capital de las vanguardias creativas. Évame Oroza, el colectivo que custodia el legado de Carlos Oroza, no solo difunde esta colaboración entre el poeta y Matamoro, sino que pone en valor la labor realizada desde la finca “O Toutizal”. Ayer la sede de la asociación se convirtió en un hervidero de talento.

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