Piden que se expulse y separe a tres niños por acoso escolar
Educación
Los padres de una niña de 5 años del Colegio Monterrey supuestamente agredida por alumnos de sexto se reunieron ayer con el equipo directivo e Inspección Educativa
Inspección Educativa investiga un caso de acoso escolar en el colegio concertado CPR Monterrey de Vigo. Se trata de un caso especialmente delicado, ya que la familia de la presunta víctima, una niña de apenas 5 años, denunció que los supuestos agresores son tres niños de 6º de Primaria, esto es, de entre 10 y 11 años, que podrían ser expulsados disciplinariamente hoy a petición de la familia afectada si el centro lo ve conveniente.
De acuerdo con fuentes de la Consellería de Educación consultadas por este periódico, la comunicación de la existencia de este caso a la Administración fue el pasado jueves y desde entonces Inspección supervisa la apertura, por parte del centro educativo, del correspondiente protocolo de acoso escolar para investigar el caso y evaluar si dicho acoso existe.
Sin embargo, testimonios de otros padres del mismo colegio conocedores de esta situación apuntan a que las supuestas agresiones llevan ocurriendo “más de tres semanas”. Todo empezó, según estas mismas fuentes, cuando la madre de la niña de 5 años “notó cosas raras” como que un día salió de clase sin uno de sus zapatos. A pesar de que le notificaron estas circunstancias extrañas a los docentes, “desde el centro les dijeron que no pasaba nada”. Fue la tenacidad de la madre, preocupada por los diferentes comentarios que le iba haciendo la menor, que le hizo llegar a la conclusión de que pasaba algo grave. “La niña decía que era amiga de unos niños mayores”, cuentan estas familias, y finalmente su madre logró enterarse de las situaciones violentas en las que este grupo de tres alumnos de sexto de Primaria, presuntamente, acababan metiendo a la niña: “La cogían de manos y piernas y la zarandeaban por el aire, le metían papeles en la boca, le tapaban la cara y hacían como que era un saco de boxeo…”, relatan. Este periódico trató de ponerse en contacto con la directora del centro, sin éxito, y desde el colegio se trasladó el mensaje de que “se siguió el protocolo desde el minuto uno”.
Tras la apertura del protocolo de acoso, ayer tuvo lugar una reunión en la que estuvieron presentes el equipo directivo del centro, la familia de la presunta víctima y un inspector de Policía de convivencia –a petición del colegio–. En ella los padres de la niña de 5 años solicitaron una expulsión disciplinaria y que se separe a los presuntos agresores en el colegio para que no coincidan ni entre sí ni con la niña con el objetivo de que no puedan tomar represalias contra ella ni su entorno. Hoy el colegio emitirá una resolución definitiva.
“No entiendo cómo estos alumnos pueden seguir yendo a clase sin más”
La noticia sobre el posible caso de acoso escolar en el Colegio Monterrey estremeció especialmente a la comunidad educativa viguesa, ya que lo más habitual en estas situaciones es que el bullying se dé entre compañeros de edades similares, no con agresores que doblan en edad a las víctimas. “Estos niños siguen yendo a clase con normalidad, no entiendo que les dejen después de todo lo que nos han contado”, expresaba ayer una madre del colegio en declaraciones a este periódico. Precisamente la expulsión disciplinaria de estos tres alumnos de sexto de Primaria se debatirá hoy en el seno del centro educativo, que decidirá si la misma es procedente o no.
Entre las familias que conocen a la presunta víctima, todavía nadie se explica por qué los supuestos agresores la habrían tomado con ella: “Es una niña muy riquiña que se porta fenomenal”, explica una de las madres, cuyo hijo va a clase con un hermano de la criatura.
El apoyo a la familia afectada es total en la comunidad educativa del colegio, ya que muchas madres y padres cercanos al caso se han volcado con la causa y están dsipuestos a hacer una concentración a modo de protesta en el centro si la resolución del equipo directivo con respecto a la situación de los tres menores no es lo suficientemente satisfactoria. Estos apoyos se han dejado notar también en redes sociales, sobre todo porque fue a raíz del vídeo de una influencer en Instagram, próxima a la familia afectada, que se viralizó el caso justo después de conocerse la apertura del protocolo por acoso escolar.
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